Muchos países no tendrán capacidad económica para poner en marcha medidas de adaptación
MADRID, ESPAÑA (26/MAY/2014).- La geotransformación ha comenzado. La Tierra está inmersa en un cambio insólito. “A mediados de siglo las evidencias del cambio climático, en aspectos que ahora pueden no ser visibles, serán incontestables”, asegura Manuel de Castro, catedrático de Física de la Tierra de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Muchos países no tendrán capacidad económica para poner en marcha medidas de adaptación que eviten los impactos más adversos. Los desarrollados seguramente sí, pero a un alto costo. En España, por ejemplo, sólo el aumento del nivel del mar hacia 2050, en algunas provincias, puede suponer entre 0.5% y 3% de su Producto Interno Bruto (PIB), que llegaría a 10% a finales de siglo, según un reciente estudio liderado por Íñigo Losada, director de Investigación del Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria.
No es que la Tierra no haya sufrido cambios climáticos en el pasado; al contrario, han sido abundantes, pero no hay registro de ninguno tan rápido como el actual. La gran novedad, además, es que en esta ocasión se debe a la actividad humana. “Es física: se refuerza el efecto invernadero por las emisiones, sobre todo de los combustibles fósiles, y el planeta se calienta”, afirma De Castro.
“A mediados de siglo, el Ártico será un océano libre de hielo en verano, con importantes rutas de navegación y transporte marino, así como grandes puertos e infraestructuras asociadas”, describe Carlos Duarte, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados. Y más sobre el Ártico dentro de 50 años: “muchas especies asociadas al hábitat del hielo, como el oso polar, focas, morsas y algas, se encontrarán en un estado crítico de conservación o se habrán extinguido”, añade el oceanógrafo.
Otra extensa parte de planeta que cambiará dentro de unas décadas es la Amazonia, que puede sufrir una deforestación acelerada por el efecto combinado de las sequías prolongadas y los incendios.
“La precipitación media global dentro de 50 años aumentaría entre 5%, en el escenario más favorable de menor concentración de gases de efecto invernadero, y15% de incremento en el escenario más desfavorable”, resume De Castro.
Tampoco el cambio en las temperaturas será uniforme, de manera que habrá entre 20% y 70% menos días de frío extremo respecto a los actuales, especialmente en latitudes altas, mientras que el número de días de calor alto aumentará entre 30% y 250%, sobre todo en latitudes medias.
Para fin de siglo, muchos de los efectos del calentamiento global se habrán agudizado y otros habrán empezado a mostrarse con claridad.
“A mediados de siglo, el Ártico será un océano libre de hielo en verano, con importantes rutas de navegación y transporte marino, así como grandes puertos e infraestructuras asociadas”, describe Carlos Duarte, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados. Y más sobre el Ártico dentro de 50 años: “muchas especies asociadas al hábitat del hielo, como el oso polar, focas, morsas y algas, se encontrarán en un estado crítico de conservación o se habrán extinguido”, añade el oceanógrafo.
Otra extensa parte de planeta que cambiará dentro de unas décadas es la Amazonia, que puede sufrir una deforestación acelerada por el efecto combinado de las sequías prolongadas y los incendios.
“La precipitación media global dentro de 50 años aumentaría entre 5%, en el escenario más favorable de menor concentración de gases de efecto invernadero, y15% de incremento en el escenario más desfavorable”, resume De Castro.
Para fin de siglo, muchos de los efectos del calentamiento global se habrán agudizado y otros habrán empezado a mostrarse con claridad.
FUENTE: informador.com.mx, 29/ mayo/ 2014
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