Aumento en la temperatura media, mayor producción agropecuaria, más casos de malaria y dengue e impactos negativos en los recursos hídricos y naturales serán algunos de los efectos del cambio climático en las próximas décadas en Argentina, de acuerdo a un nuevo informe de la Secretaría de Ambiente junto con la CEPAL.
Las mayores emisiones de dióxido de carbono generarán un beneficio directo en el sector agropecuario ya que se espera un crecimiento de un 45% en la producción de soja para 2050. Del mismo modo, la producción de maíz crecerá un 11% junto con un 6% de suba esperada para el trigo. Sin embargo, el boom podría durar poco por la perdida de calidad de los suelos y el incremento de temperatura.
“Observamos ganancias temporales en agricultura pero que luego se van perdiendo. El impacto del cambio climático llevará a perdidas anuales de 0.5 del PBI en Argentina, cifra todavía más grande en otros países de la región. Pesca y turismo se verán afectados por la suba del nivel del mar y las inundaciones en las zonas costeras,” sostuvo José Luis Samaniego, Director de la División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de la CEPAL.
Las zonas más beneficiadas para la producción de los cultivos se ubican al sur y al oeste de la región pampeana. En el noroeste, en cambio, se prevé un aumento de la producción de trigo y soja y una notable disminución de la producción de maíz. En cambio, la zona central norte de la región pampeana se vería afectada por una reducción de rendimiento de los cultivos de soja y trigo.
De acuerdo al informe, no se espera un gran impacto en el balance hídrico de estos cultivos pero si un serio efecto en los suelos, cuyos nutrientes se verían reducidos en las próximas décadas. “Los sistemas intensivos de producción y la ocupación de zonas más marginales podrían afectar seriamente las condiciones fisicoquímicas de los suelos. El monocultivo de soja provocaría mayores perdidas de carbono”, se afirma en el informe.
Al mismo tiempo, un incremento de la temperatura también amenaza a los cultivos. En la década de 2020 a 2029 se espera una suba de entre 1 y 1.5 grados respecto de su nivel en el período 1961-1990. Sumado a eso, fenómenos climáticos como El Niño y La Niña pueden generar vaivenes en la cosecha por las lluvias y sequías.
“Estamos frente a un tema problemático. Argentina está sufriendo mucho el impacto del cambio climático y la economía se ve afectada. Somos un país productor de productos primarios, los cuales dependen del clima. Las emisiones van a ir creciendo y es necesario controlarlas”, afirmó el Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable Omar Judis al presentar el informe.
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