unque el mundo se está dando un respiro con el aislamiento humano,
el regreso a la normalidad debe ser acorde a las metas ambientales.
Así lucen las calles de Italia en la actualidad. Shutterstock/La República
Los efectos positivos del aislamiento masivo de la humanidad, así como el cierre momentáneo de algunas fábricas, provoca una especie de espejismo sobre la lucha contra el cambio climático, coinciden expertos en temas ambientales.
Si bien la pandemia ha provocado una reducción de emisiones forzosa, esta es imposible de mantener en el tiempo sin compromisos gubernamentales, según Virginia Marchena, gerente de Investigación de la consultora especializada ECO Market Research.
El país debería continuar por la senda de impulsar energías limpias y levantar la voz en el mundo, para impulsar un cambio.
“Aun cuando esta es una crisis inédita, la evidencia con otros tipos de crisis es que las personas retornarán al statu quo, es decir, volver a sus antiguos hábitos, comportamientos y creencias”, explicó.
Asimismo, la aparición del Coronavirus está presuntamente relacionada con la expansión del sector de agronegocio, que además de ser una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero, invade el hábitat de los murciélagos, provocando interacciones poco naturales con estos portadores de numerosos virus.
“Es una llamada de atención para poner freno a la expansión cárnica masiva, sobre todo en China, donde se han originado nuevas sepas de virus producto del hacinamiento de muchos animales en un solo lugar”, aseguró Henry Picado, presidente de la Federación Ecologista.
Por otra parte, ayer se anunció el aplazamiento de la COP26 para 2021, la cumbre climática más importante del planeta y en la que el país nuevamente deberá tomar un rol de liderazgo.
En dicha cumbre, planeada para noviembre de este año en Glasgow, Escocia, se apuntaba a medir los compromisos que se asumieron parcialmente en Madrid el año pasado, durante una COP25 atropellada por la cancelación del evento que originalmente era en Chile.
Esta cumbre es especial pues albergará la primera revisión oficial de las “contribuciones determinadas a nivel nacional” de cada país, suscritas en el Acuerdo de París.
En este escenario, Costa Rica presentará sus avances del Plan Nacional de Descarbonización, que se ejecuta desde febrero del año pasado.
En el Acuerdo de París se insta a mantener el aumento la temperatura global del planeta este siglo por debajo de los 2 grados y preferiblemente en umbrales inferiores a 1,5 grados, para evitar un calentamiento excesivo como advierten los científicos del panel sobre Cambio Climático de la ONU.
Este año era el último para dar “golpes de timón” con tal de cumplir ese objetivo en 2030, advirtió en 2019 el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático.
FUENTE: LaRepublica.net , 03 / 04 / 2020
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