Es interesante observar la similitud de los negacionistas
del covid-19 y los del cambio climático. A
pesar que las consecuencias de la pandemia y el calentamiento global se
manifiesten de diferente manera, es muy llamativa la negación frente a la
realidad de los tremendos perjuicios que causan ambos fenómenos.
En el caso del corona virus, han surgido una cantidad de audios y videos donde sin ningún
rigor científico hablan de conspiraciones de laboratorios internacionales, los cuales fabricaron vacunas que contienen virus activos, que al ser inoculadas provocan una baja en las
defensas inmunológicas, con la única intención de reducir la población a nivel
mundial.
Hablan de la fundación de la esposa de Bill Gates, a quién lo
responsabilizan de tener una vacuna contra el covid-19 y que está especulando con
sacarla al mercado de manera tardía para que suba el precio.
Hablan de laboratorios internacionales británicos, con
tecnología biogenética, que habrían
generado una alta letalidad en éste
corona virus.
Hablan de una conspiración capitalista occidental para sacar
del mercado internacional a la República de China.
En todos estos casos debemos comunicarle, a los que creen en esta
conspiración, que a los potenciales conspiradores, les ha salido el “tiro por la
culata”. A saber:
Estados Unidos lidera el ranking de contagiados y
fallecidos. Trump ya no sabe qué acciones tomar.
En Gran Bretaña, es incontenible el número de contagiados y fallecidos.
Su primer ministro, Boris Johnson, se encuentra en terapia intensiva.
La Europa Occidental, no encuentra como contener las muertes.
En India empezaron a crecer de manera exponencial los casos
de contagios y fallecidos.
Japón teme un rebrote que ya habría comenzado.
De la misma manera, los negacionistas del cambio climático,
consideran que a pesar que decenas de miles de científicos lo confirman, ellos
postulan que es un invento generado por conspiradores para crear un perjuicio
en las economías de sus países.
Entre estos negacionistas , encontramos nuevamente a Donald Trump, los británicos, Jair Bolsonaro en Brasil, etc.
Hablan que el aumento de la temperatura del planeta no es
real, que los períodos prolongados de sequías ya sucedieron en otras épocas,
que las intensas lluvias, típicas de los
climas tropicales, no se dan en los países con climas más fríos, que las inundaciones en las
grandes metrópolis son fenómenos pasajeros, que los deshielos de los grandes
glaciares, a pesar de fotos históricas irrefutables, no suceden, etc.
La justificación de los negacionistas es que existe una
conspiración de terceros, los cuales
nunca son conocidos, y que siempre conjuran en pos de perjudicarlos.
El negacionismo ha sido una actitud recurrente en la
historia de la humanidad.
Muchas veces el negacionismo se produce para defender
posiciones de poder religioso, como sucedió con Aristarco,
científico griego del siglo III AC, hasta Copérnico y Galileo, quienes
postularon la teoría heliocéntrica, y corrieron riesgo de vida por ser
considerados herejes.
Otras veces el negacionismo necesita defender posiciones de poder político, militar, o económico.
A pesar de las similitudes, la gran diferencia entre los
negacionistas del covid-19, y los del cambio climático, es que en los primeros,
la irrupción de la pandemia y la
cantidad de personas fallecidas fue horrorosamente inmediata.
En el caso del cambio climático, las consecuencias del mismo
se están produciendo de manera continua y cada vez más intensa, pero a lo largo del tiempo, en los últimos cincuenta
años.
En ambos casos, el pánico a dejar estas posiciones de poder, lleva a los
negacionistas a perder objetividad y desconocer el rigor del método científico. El paso del tiempo,
a veces demasiado extenso, pone las cosas en su lugar.
FUENTE: Juan José Olivieri , 09 / 04 / 2020
Muy buen punto de vista!!! Muy interesante!!
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