El desplome de la contaminación, que sigue cayendo a causa de las
medidas de confinamiento impuestas por el avance coronavirus, está reduciendo
la contaminación en las ciudades. Sin embargo, apenas influirá en los niveles
climáticos del planeta, un problema distinto vinculado al calentamiento
global.
Los agentes que provocan el cambio climático son distintos a los de la
contaminación atmosférica, así como también lo son sus efectos, dimensiones y
alternativas para afrontarlos. Lo que sí comparten ambos es su origen en la
quema de combustibles fósiles para satisfacer la demanda de una sociedad que
requiere cada vez más energía para mantener su actual estilo de vida. Las
claves para entender uno y otro fenómeno son las siguientes:
¿En qué medida se ha reducido estos días la contaminación?
Los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) en las ciudades se están
reduciendo drásticamente por las restricciones a la movilidad
de vehículos, lo que impacta a su vez en los niveles de contaminación. Esto no
solo sucede en China, sino también en capitales europeas como Madrid, París y
Roma, de acuerdo a observaciones recientes a través de satélites de la Agencia
Espacial Europea (ESA). Solo en la última semana la contaminación por
tráfico se ha reducido un 68% en Madrid y un 65% en Barcelona, según los
últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico. Y
un informe publicado la semana pasada del Centro de Tecnologías Físicas de la
Universidad Politécnica de Valencia (UPV) situaba en el 64 por ciento la
reducción media de las concentraciones de NO2 en los cinco primeros días de
confinamiento en las principales ciudades españolas.
Comparación de las concentraciones de
dióxido de nitrógeno en España (Reuters)
El descenso de la polución también es
notorio en el norte de Italia (Reuters)
2. ¿Cuáles son los principales efectos de la contaminación?
La polución es responsable de la “boina” oscura que cubre las ciudades
en los días con peor calidad del aire y que tiene efectos nocivos en la salud,
especialmente en los sistemas respiratorios y cardiovasculares. El dióxido de
carbono (CO2) no es un gas tóxico en concentraciones normales, pero sí lo es el
dióxido de nitrógeno, el dióxido de azufre (SO2). También lo son muchas de las
partículas que emiten los vehículos, especialmente los diésel, así como los
sistemas de calefacción obsoletos. De hecho, según los expertos, las
emisiones de los tubos de escape del transporte representan alrededor del 70
por ciento de la contaminación urbana.
3 . A nivel global ¿cuál está siendo el nivel de reducción de emisiones?
El calentamiento global es generado por la concentración de gases de
efecto invernadero (GEI), especialmente el dióxido de carbono, aunque también
otros como el metano. Los principales emisores de CO2 son las eléctricas, las
plantas industriales (refinerías de petróleo, acería, cemento…) y la aviación,
a causa de los altos niveles de quema de combustibles derivados del carbón,
petróleo y gas natural. El cambio climático es el efecto de un proceso
acumulativo durante períodos muy largos de incremento de emisiones. Actualmente
es pronto para determinar si la actual ralentización de la economía mundial por
el Covid-19 tendrá o no impacto en el cambio climático. Dependerá del tiempo e
intensidad de la recuperación.
En estos momentos los niveles de CO2 en la atmósfera siguen
creciendo porque el impacto de la reducción de emisiones no se refleja
a tan corto plazo. Según los expertos, el uso global de combustibles fósiles
tendría que disminuir un 10% durante un año entero para impactar claramente en
las concentraciones de dióxido de carbono.
Tdoavía es pronto para saber si la
menor circulación de vehículos impactará en el cambio climático (Reuters)
4 ¿Cómo influyen las emisiones de la quema de combustibles fósiles en el
clima?
Los datos confirman una mayor abundancia y frecuencia de fenómenos
climáticos extremos a causa del aumento de las emisiones de dióxido de carbono.
Los ejemplos más visibles son: huracanes, megaincendios, lluvias torrenciales
al mismo tiempo que sequías, olas de calor, aumento del nivel del mar a causa
del incremento de la temperatura que está derritiendo los Polos.
Los científicos del panel de Cambio Climático de la ONU han advertido
durante años sobre el grave peligro de no evitar un aumento de la temperatura
del planeta por encima de los 1,5 grados respecto de los niveles
preindustriales. Según sus datos, los niveles de dióxido de carbono están en su
punto más alto en al menos 800.000 años. Una disminución de esa
concentración en la atmósfera reduciría el efecto invernadero y temperaturas
más cercanas al período preindustrial, que es el objetivo de las políticas
contra el cambio climático.
5 ¿Cómo combaten los países el problema de las emisiones?
Frente al cambio climático, los países cuentan con planes de
descarbonización de sus economías para reducir sus emisiones de efecto
invernadero, una carrera no exenta de dificultades que lideran bloques como la
Unión Europea con iniciativas como el Pacto Verde, con el objetivo de la
neutralidad de carbono a mitad de siglo.
Los mercados de carbono son la principal herramienta de los
países para reducir los gases de efecto invernadero mediante la
asignación de un precio a las emisiones para que los contaminadores
paguen por contaminar. El éxito de los distintos países para implementar
estas políticas es diverso y expertos han resaltado que no se han dado pasos
suficientes para poner al mundo en camino a cumplir estos objetivo.
Por otro lado, en la lucha contra la contaminación urbana, las
alternativas a la movilidad pasan preferentemente por el impulso de vehículos
eléctricos, energías renovables y otras medidas de sostenibilidad. En el caso
de la actual crisis del coronavirus, el teletrabajo está demostrando su
relevante papel en la reducción de la contaminación urbana.
FUENTE: Infobae , 02 / 02 /2020
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