La aritmética es sencilla: El planeta irradia hacia el espacio exterior menos calor del que recibe del Sol. Y, por lo tanto, se calienta. La causa está más que demostrada: Los gases como el CO2, el CH4 y otros que se acumulan por la actividad humana, atrapan parte del calor que el planeta quiere disipar. Y calientan la atmósfera que fuerza que el planeta tenga que calentarse un poco para recuperar su balance energético.
Solo desde 1971 hasta 2018 el planeta ha acumulado unos 358 Zetajulios. Repartidos entre el aire (1,5%), el hielo (3,5%), la superficie terrestre (5%) y el mar (90%). Y 358 ZetaJulios, ¿cuánto es? Una barbaridad= 3,6 x 10^23 Julios. Veamos cómo compara eso con cantidades conocidas:
La energía que el mundo entero consumió en 2018 es de 500 ExaJulios = 5 x10^20 Julios. O sea, el calor acumulado en la Tierra desde 1971 es casi MIL veces la energía que consumimos en 2018...
Pero lo de 2018 fue un pico. La energía total consumida por la humanidad desde los comienzos de la civilización es de unos 4 x10^22 Julios... O sea, el calor que nuestros gases han atrapado en medio siglo es diez veces superior a toda la energía consumida por la humanidad desde el comienzo de la civilización del auto-proclamado Homo Sapiens,...
Realmente, esa tendencia es suicida. La Tierra en su conjunto y los mares en concreto, no tienen capacidad ilimitada de absorber calor. Estamos muy cerca de saturar su capacidad de refrigeración y corremos el riesgo de que se rompa el radiador y se gripe el motor, es decir, de provocar daños irreversibles a las condiciones climáticas del planeta.
La inercia es terrible: Hagamos lo que hagamos, esa tendencia va a seguir unos años. Pero si no evitamos las causas, si seguimos así varias décadas, las condiciones del planeta van a ser incompatibles con una sociedad humana organizada.
¿Y qué podemos hacer? Lo primero, combatir la causa, que es el 1 watio/m2 de perturbación climática causada por el exceso de gases invernadero acumulados en este último siglo: O sea, reducir a CERO las emisiones de estos gases en dos o tres décadas. Para ello, tenemos que apoyar decididamente la Transición hacia un sistema energético sin emisiones, basado en electricidad renovable, electrificación renovable de movilidad y calefacción, eficiencia energética, soluciones puntuales a los sectores difíciles de descarbonizar y apoyar medidas como el Cargo al carbono con Devolución para internalizar las externalidades de los combustibles fósiles hasta su total erradicación.
Ah, muy importante a nivel personal, votar a formaciones políticas comprometidas con la lucha contra la emergencia climática. Especialmente, en países poderosos y grandes emisores...
FUENTE: expansion.com , 09-09-2020
No hay comentarios.:
Publicar un comentario