Aterriza en el mercado un elemento químico que nunca habíamos visto y multiplicará por 10 la capacidad de las baterías. El mundo necesita nuevas formas de abastecimiento y almacenamiento de energía y, en este contexto, todo lo que aporte se convierte directamente en objeto de estudio. Es lo que ha sucedido con este material. Aunque hay algunos que piensan que los vehículos podrían moverse solo con aire, por ahora conviene que quedemos atentos a todo lo que tiene que ver con el sector automoción.
En lo que concierne a la industria automotriz, China ha hecho un gran trabajo. Es de destacar que, en un contexto en el que las naciones buscan descarbonizar, el país asiático ha realizado grandes avances respecto a los vehículos eléctricos.
Hace más de una década que se trabaja incansablemente para encontrar mejoras y solventar los desafíos con los que se encuentran a diario este tipo de automóviles. Parte del éxito recolectado también tiene que ver con los subsidios del gobierno, la decisión de la compañía CATL por las baterías de iones de litio y la disposición de yacimientos para a la extracción de tierras raras (usadas para la producción de las mencionadas baterías).
Un elemento químico nunca visto cambia las baterías para siempre
Fue en uno de sus grandes yacimientos que se halló un mineral que nadie había visto hasta el momento. Podría revolucionar para siempre lo que conocemos como movilidad eléctrica. Toma por nombre niobobaotita. Es rico en niobio, un metal superconductor que podría suponer un cambio radical en las baterías que han salido al mercado hasta el momento.
La revelación tuvo lugar a 90 kilómetros al sur de la frontera entre China y Mongolia, en uno de los mayores yacimientos de tierras raras, la región minera de Bayan Obo, en Mongolia Interior. El uso de la niobobaotita podría ser beneficioso para la generación de baterías. Su composición haría posible que sean más duraderas, eficientes y seguras que las utilizadas hasta ahora.
De hecho, podría no faltar mucho para disfrutarlas. Los científicos chinos ya estarían desarrollando nuevas piezas de niobio-grafeno que incrementan la duración de las baterías más de 30 años. Es decir, 10 veces más que las convencionales de litio.
Como no lleva sustancias inflamables en su composición, son piezas más rápidas de cargar, ostentan un mayor rendimiento y son más seguras.
China podría estar ante una nueva era
En este contexto, hay un factor crucial que podría cambiar mucho la industria. Actualmente, China importa casi el 95% del niobio para su industria siderúrgica. Sin embargo, dependiendo de la cantidad de metal de niobobaotita que se halle, que todavía no está confirmado, la República Popular China podría convertirse en un país totalmente autosuficiente.
Sin embargo, el niobio no se trata de una de las tierras raras más comunes, pero sí puede encontrarse en otras zonas del mundo, como Brasil (con el 90% de las reservas conocidas) y Canadá.
La búsqueda urgente de soluciones para disminuir el litio de las baterías podría poner el niobio (y, por ende, la biobobaotita) en un lugar privilegiado.
Hoy, el niobio se utiliza especialmente para mejorar la resistencia del acero, por lo que se usa mucho en cohetes y motores de acción. Sea como fuere, China ya está trabajando en la creación de baterías de niobio. Este elemento químico del que apenas sabíamos nada, podría cambiar el escenario de la movilidad de un día para otro.
Este no es el único proyecto que está arrasando en la industria. El país asiático tiene otra iniciativa que algunos señalan como una locura, pero que podría funcionar. Se habla de que las baterías del futuro llevarían un material que comemos para el almuerzo.
Fuente: Ecoticias
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