La especie icónica del Ártico suele alimentarse de focas anilladas que cazan en los témpanos que flotan mar adentro. Sin embargo, a medida que el hielo se derrite, en este mundo cada vez más caliente, esto ya no es posible.
En cambio, muchos osos tienen que pasar más tiempo en la costa, alimentándose apenas de huevos de aves, pasto y frutos del bosque. Esto lleva a que bajen rápido de peso y aumenta el riesgo de muerte.
En la historia reciente, la caza ilegal fue la primera amenaza que enfrentaron los osos polares. La actividad hizo que, para la década de 1980, el número de su población se desplome.
Con la implementación de nueva protección legal, se logró que esta tendencia se revierta y la cantidad de osos fuera en aumento. Para entonces, las crecientes temperaturas globales comenzaron a ser el nuevo peligro.
Es que los mares helados del Ártico son claves para la vida de estos animales. Desde las plataformas de hielo cazan a las focas anilladas que les aportan gran cantidad de grasas.
Pero con el cambio climático, grandes zonas se quedan sin hielo durante los meses más cálidos y esto complica su supervivencia. Por ejemplo, en Manitoba Occidental, donde el estudio en cuestión se llevó a cabo, los períodos sin hielo se triplicaron entre los años 1979 y 2015.
¿Cómo fue la investigación y a qué conclusión llegó?
Para entender cómo los osos sobreviven a la desaparición del hielo, los investigadores siguieron las actividades de 20 individuos durante los meses de verano por un período de tres años. Les tomaron muestras de sangre, los pesaron y les colocaron collares con cámara y GPS.
De esta manera, pudieron grabar sus movimientos, actividades y registrar sus comidas. Así descubrieron que en los meses sin hielo, los osos buscaron estrategias para sobrevivir, descansando y buscando cómo conservar su energía.
Encontraron que la mayoría se alimentó de vegetación y bayas o nadó para ver si encontraba qué comer. La mala noticia es que estas técnicas fueron poco exitosas porque 19 de los 20 osos del estudio perdieron masa corporal, algunos más del 11%. En promedio bajaron 1 kilo por día.
La investigación abre la pregunta sobre la capacidad de adaptación de la especie frente a esta nueva realidad generada por el cambio climático.
“Es probable que los osos polares desaparezcan de las áreas donde el hielo marino se pierda en el futuro, pero es difícil determinar cuándo o dónde será”, declaró Jon Aars del Instituto Polar de Noruega y participante del equipo científico a BBC News.
Como contrapartida, los investigadores estiman que pueden surgir otras regiones donde pueden generarse buenas condiciones en unas décadas para que la especie las habite.
Fuente: Fundación Greenpeace
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