Un equipo de investigadores ha descubierto aves infectadas
por malaria en Alaska, y afirman que el cambio climático global va a conducir la
enfermedad incluso más al norte. El estudio ha sido publicado en 'PLoS ONE'.
Los investigadores examinaron muestras de sangre de aves recolectadas en cuatro sitios de diferente latitud, siendo Anchorage el punto más meridional, Denali y Fairbanks los puntos medios y Coldfoot el punto más septentrional - a unos 600 kilómetros al norte de Anchorage. Los expertos encontraron aves infectadas en Anchorage y Fairbanks, pero no en Coldfoot.
Utilizando imágenes de satélite y otros datos, los investigadores fueron capaces de predecir que, debido al calentamiento global, el parásito de la malaria será capaz de sobrevivir en el futuro.
Sehgal señala que la expansión hacia el norte de la malaria aviar es alarmante ya que hay especies en el Ártico de América del Norte que nunca han sido expuestos a la enfermedad y pueden ser altamente susceptibles a ella.
Por ejemplo, los pingüinos en los zoológicos mueren al contraer la malaria porque las aves que viven lejos del sur no han estado expuestas a la malaria y, por lo tanto, no han desarrollado una resistencia a ella; además, hay pájaros en el norte, como los búhos nevados o los halcones gerifaltes, que podrían experimentar el mismo problema.
Los investigadores aún no están seguros de cómo la enfermedad se está extendiendo en Alaska y en la actualidad están recopilando datos adicionales para determinar qué especies de mosquitos están transmitiendo los parásitos Plasmodium que causan la enfermedad.
Los datos también indicarán si la malaria que afecta a los seres humanos se extenderá hacia el norte. Rastrear la propagación natural de la enfermedad es complicado, señala Sehgal, pero las aves de vigilancia pueden proporcionar pistas sobre cómo el cambio climático puede afectar a la propagación de la malaria humana.
FUENTE: MADRID 19 (EUROPA PRESS)
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