Pues resulta que va a ser verdad. Apenas hace diez años leí a más de un eminente científico que el cambio climático del que se empezaba a hablar no era tal, sino que eran exageraciones. Que lo que estaba sucediendo no eran más que las consecuencias de simples fenómenos cíclicos a lo largo del tiempo. Al tiempo que leía esto tuve ocasión de ver las estadísticas pluviométricas que se conservan desde hace más de 200 años en el Real Observatorio Astronómico de San Fernando, en Cádiz, y lo cierto es que desde un simple análisis parecen corroborar esas teorías, toda vez que ahí se ve reflejado como las cantidades de lluvias recogidas a lo largo de muchos años sufren ciclos periódicos de intensas sequías así como otros de intensas lluvias.
No es menos cierto también que en los tiempos actuales el acceso al conocimiento en tiempo real de los desastres naturales que se producen en el mundo sea cosa ya normal. Hoy nos enteramos instantáneamente de todo, o casi todo, cosa que no sucedía antes, lo que nos lleva a alarmas preocupantes sobre fenómenos de los que antes no nos enterábamos.
Sin embargo y debido en gran parte a los avances científicos presentes hoy podemos, cada vez más, valorar hasta qué punto es verdad si nos encontramos o no ante un cambio climático en ciernes, si es que no lo estamos sufriendo ya .
En un informe reciente del pasado mes de marzo de 2012 la Agencia Norteamericana Intergubernamental sobre el cambio climático y los riesgos de los fenómenos extremos aporta datos de interés al respecto.
Veamos.
Afirma la citada Agencia que el clima reciente en los últimos años se ha caracterizado por un incremento de fenómenos extremos tales como inundaciones, sequías, huracanes y tornados, quiebra de casquetes polares, mareas inusitadamente crecientes, olas de calor inusitadas… etc. que modifican sustancialmente lo considerado como normal hasta ahora; y es más, augura que estos fenómenos se mantendrán y acrecentarán en los próximos 20 años.
Concienciados los EEUU por las recientes desgracias ocasionadas por recientes huracanes que han azotado la costa este y el sureste de su territorio, la Agencia insiste en que estos disminuirán en número pero sin embargo augura que los que se puedan presentar serán de mayor intensidad que los padecidos. Mal presagio. Y desde un punto de vista global incide en que previéndose un incremento notable de la población mundial y la expansión de las zonas urbanas el posible daño será peor.
Es notorio resaltar que el informe citado prevé que en las zonas o regiones cubiertas por hielo o nieve permanente se precipiten cambios inesperados y dramáticos. Recientes observaciones del verano en los mares árticos demuestran sin lugar a dudas que el hielo está desapareciendo en superficie y en volumen a una velocidad muy superior a las prospectivas hechas al respecto no hace mucho. E igualmente sucede en Groenlandia y en la Antártida, algo impredecible hace apenas cinco años. Si se mantiene este ritmo de deshielo, los científicos prevén que a finales del presente siglo el nivel de las aguas del mar habrá subido un metro en todo el planeta, lo que va a afectar sobremanera a las zonas costeras donde por cierto habita el 80% de la población mundial. Innecesario explicar las consecuencias de esto.
Añadamos a todo esto el impacto que en el calentamiento global de la tierra producen los gases invernadero. Si se mantiene el ritmo actual de crecimiento de la emisión de estos gases la Agencia ya citada prevé que a mediados del presente siglo el incremento de temperatura en la tierra será de unos 2º y a finales de siglo seguramente unos 6º. Catastrófico.
Tan sólo el estudio empírico de la evidencia, descartando el de los modelos climáticos, nos indica que el progresivo calentamiento global está afectando al clima y a los ecosistemas con creciente impacto sobre el hombre y su hábitat.
Es perentorio que los gobiernos tomen nota de todas las predicciones que de forma creciente alertan a la población y actúen desde ya en prevenir lo que puede ser inevitable si no se toman medidas urgentes.
FUENTE: Juan Chicharro, republica.com, 31/ 12/ 2012
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