El aumento del nivel del río y las mayores temperaturas son dos de los más graves problemas que sufrirá la ciudad de Buenos Aires y la Cuenca del Plata a causa del cambio climático. A ello se suma el pronóstico de aumento de frecuencia de las sudestadas y de las lluvias más caudalosas.
"Las inundaciones y erosión costeras resultantes del aumento del nivel del mar, en combinación con los anegamientos ribereños y de zonas bajas, afectarían la disponibilidad y calidad del agua. Y en Buenos Aires alrededor del 10% de las muertes de verano se asocian con el estrés térmico causado por el efecto de las islas de calor", sostienen los científicos.
Estas conclusiones se desprenden de la primera entrega del Quinto Reporte, elaborado por el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPPC, por sus siglas en inglés), aunque los detalles de las consecuencias del calentamiento de la atmósfera región por región se conocerán en otoño del año próximo.
Las previsiones para América del Sur hablan de un aumento de la temperatura en regiones como la Amazonia de hasta 6°C para 2100 y un incremento de las sequías. En contraposición, en el área metropolitana se pronostica un 20% más de precipitaciones y más frecuentes.
La isla urbana de calor se produce por los cambios en la temperatura de la atmósfera de las ciudades debido a la urbanización. Este fenómeno ocurre principalmente durante noches sin viento y escasa nubosidad, en esos casos, las ciudades suelen ser más cálidas que el medio rural que las rodea.
En la Capital, según el reporte del IPCC de 2007, existe la probabilidad de que aumente la frecuencia de este fenómeno de isla de calor. Cabe recordar que el 27 del mes pasado el informe de la ONU indicó que los científicos del IPCC han constatado un aumento global probable de la temperatura de 0,85 grado Celsius de 1880 a 2012.
Las previsiones de los cambios climáticos indican, además, la reducción de los glaciares, daños en regiones costeras y períodos de sequías y lluvias más intensos. Para América del Sur y Brasil, el aumento de temperatura puede llegar hasta los 6°C.
Estos datos se difundieron tres días después de que se conocieran los pronósticos del Quinto Reporte. De este informe participaron científicos de todo el mundo que entregaron sus conclusiones. El último reporte del IPCC, sobre el efecto invernadero que se produce a causa de la contaminación atmosférica, había sido realizado en 2007.
Como gran novedad, los científicos determinaron en este nuevo informe que las causas de este calentamiento se deberían, con un 95% de certeza, al efecto de las acciones humanas.
Para el Área Metropolitana de Buenos Aires, en 2007, el aumento de la temperatura media anual estimado sería del orden de los 0,5°C para la década 2020-2029, con respecto al período 1961-90.
El nivel del mar también subió 0,19 metro de 1901 a 2010 y podría crecer entre 26 y 82 centímetros para finales de siglo, un rango mayor que el estimado en el informe previo, de 2007, cuando se hablaba de una subida de entre 18 y 59 centímetros. Ese fenómeno amenaza ciudades costeras.
Si se acompaña este fenómeno con el pronóstico de una mayor cantidad de sudestadas, el panorama no es alentador.
"El ejercicio del IPCC en el caso de nuestra región y nuestro país tiene que ver con la limitada información meteorológica que tenemos. Aquí es muy poca y entonces los trabajos que se pueden hacer son menos, por eso muchas veces se reitera la información del reporte anterior", explicó Raúl Estrada Oyuela, ex embajar experto en cambio climático y miembro de la Academia de Ciencias del Ambiente.
"Si sube el mar, sube el río; si sube el río, aumentan las posibilidades de inundaciones en algunas zonas que se están poblando hoy. En eso falta planificación", apuntó.
AFECTADOS
Según el informe de 2007, la población máxima afectada por esta razón en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) alcanzaría a 1,5 millones de personas, especialmente a aquellas que viven en las riberas de las cuencas del Riachuelo y del Reconquista.
Esta advertencia le cabe hoy, por caso, a los desarrollos en el delta del Paraná. Cabe recordar las fatídicas inundaciones del año pasado en La Plata y en Buenos Aires que dejaron más de 70 muertos. Muchos de esos decesos se produjeron por la cercanía de las viviendas de ríos y arroyos en zonas donde no debería haber construcciones.
Es que también las copiosas precipitaciones serán más frecuentes y combinadas con sudestadas empeoran la situación.
"No podemos darnos el lujo de tener otro informe sobre las amenazas del cambio climático que enfrentamos, y quedarnos sin actuar, mientras los impactos siguen aumentando en el mundo real. Hace apenas pocos meses, la catástrofe de la ciudad argentina de La Plata nos puso en alerta en la región, sobre cuál es el grado de amenaza que se cierne sobre el futuro de nuestro territorio y el futuro de nuestros hijos. Hace menos de 15 días en el otro extremo de nuestra comunidad, dos huracanes destrozaron las comunidades costeras en ambas riveras mexicanas, casi en simultáneo en el Pacífico y en el Golfo", expresó mediante un comunicado la red de ONG Climate Action Network Latino América (CANO).
"Es difícil atribuir cada fenómeno climático que ocurre en la ciudad al cambio climático, pero sí a los fenómenos en su conjunto. Claramente, a la ciudad hay que hacerla más eficiente desde el punto de vista térmico. Los edificios tienen que tener regulaciones que permitan que se conserve la temperatura", agregó Estrada Oyuela.
Para darse una idea, en San Pablo (Brasil), se informó que cada grado de aumento de la temperatura por encima de 20 °C produce un incremento del 2,6% en todas las causas de morbilidad de los ancianos. Inversamente, cada grado de reducción de la temperatura por debajo de 20 °C conduce a un aumento de 5,5% de la morbilidad.
LOS PRONÓSTICOS CIENTÍFICOS PARA AMÉRICA LATINA
Sequías en la Amazonia, aumento de inundaciones en otras zonas de América del Sur y alzas de hasta 3° en América Central son algunos de los escenarios que predice para América latina la primera parte del quinto informe de evaluación climático. Aunque los detalles se conocerán en el otoño de 2014, para Buenos Aires predice que se producirá más frecuentemente el fenómeno de isla calor, que provoca el 10% de las muertes ocurridas en verano.
El peor escenario de emisiones de gases de efecto invernadero supone que para 2100 la temperatura aumente hasta 4ºC en la región tropical de América latina y hasta 6ºC en la Amazonia.
En el mismo escenario, para 2100 las lluvias se reducirán entre 15 y 20 por ciento en el noreste de Brasil y decrecerán en la Amazonia, que ya experimentó sequías extremas en 2005 y 2010. En contraposición, aumentarán hasta 20 por ciento las precipitaciones en el sudeste de América del Sur.
FUENTE: La Nación, Argentina, 5/ 10/ 2013
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