Vistas a la página totales

martes, 28 de noviembre de 2023

Así afecta el cambio climático al agua del planeta


El deshielo de los casquetes polares y los glaciares, el aumento del nivel del mar, la sequía, las lluvias torrenciales... El calentamiento global cambiará también nuestra relación con el agua, tanto dulce como salada y la pregunta es, ¿estamos preparados para afrontar el cambio?

Los cambios en el medio marino afectan a los seres que viven en el agua, como los corales y a las especies de dependen de ellos. Las subidas del nivel del mar están modificando las costas y socavando los edificios, lo cual supone un riesgo para la vida humana.

Ya sea en estado líquido, sólido o gaseoso, el agua es vital para nuestro planeta. Dependemos de ella para beber, para la agricultura y para la ganadería, e innumerables especies necesitan los ecosistemas de agua dulce para vivir. Los océanos contribuyen a modular los niveles de CO2 y a mantener las temperaturas globales, a la vez que transportan nutrientes y albergan ecosistemas marinos.

A medida que cambia el clima, cambiarán también los recursos de agua dulce y salada sobre los que se basan nuestras sociedades y economías. Y a medida que cambia el clima, cambiará también –o debería— nuestra relación con el agua.

Sea como fuere tendremos que aprender a lidiar con un futuro complicado donde el agua, la tierra, la atmósfera y todos los seres vivos que en ella habitamos cambiarán para siempre. Estos son algunos de los aspectos en los que el cambio climático afecta al agua en la Tierra:

Equilibrio químico

Los mares, que cubren el 71 % de nuestro planeta azul, absorben actualmente tanto CO2 generado por actividades humanas y tanta energía del Sol que la química y las temperaturas de las aguas marinas están poniendo en peligro a muchos organismos.

Poblaciones en riesgo

Las subidas del nivel del mar están modificando las costas y socavando los edificios, lo cual supone un riesgo para la vida humana.


Reservas subterráneas

Las interacciones dinámicas entre el cambio climático y los recursos de agua dulce en tierra están estrechamente vinculadas a la disponibilidad de agua de buena calidad para el consumo humano. Actualmente, al menos la mitad de la población mundial depende del agua subterránea para un consumo de agua seguro.

Superpoblación

A partir de la actual previsión de crecimiento urbano se espera que hacia 2050 la demanda haya aumentado un 55 %, de modo que deberemos gestionar con prudencia el consumo futuro.

El deshielo

El agua dulce congelada en el Ártico, en Groenlandia, en la Antártida y en todas las regiones alpinas del mundo se está derritiendo y yendo a parar a los océanos, ríos y suelos de todo el planeta. 

Los estragos de la sequía

Al principio esa agua llenará los ríos y las cuencas fluviales, pero conforme haya menos hielo, también se verán mermadas las aguas de escorrentía y el agua dulce disponible. Si las medidas de conservación no atajan el problema, surgirá la amenaza de las restricciones de agua.

Fuente: National Geographic

No hay comentarios.:

Publicar un comentario