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domingo, 5 de noviembre de 2023

El devastador paso del huracán Otis por Acapulco, en imágenes



El huracán Otis, de categoría 5, tocó tierra en Acapulco el pasado miércoles 25 de octubre a las 00:25 horas. Si bien los ciclones tropicales son fenómenos meteorológicos predecibles, su rápida intensificación no dejó tiempo para tomar precauciones, lo que resultó en una gran destrucción de la infraestructura de la ciudad: uno de los destinos turísticos por excelencia en México. 

Graves daños en la infraestructura

Acapulco es una de las joyas turísticas de México: según los datos más recientes, en la primera temporada turística de 2022 el estado de Guerrero recibió medio millón de visitantes, de los cuales alrededor de 333.000 se alojaron en Acapulco. Además, de forma permanente vive allí casi 1 millón de personas

Desde el pasado miércoles 25 de octubre, cuando el huracán Otis tocó tierra, la ciudad está destrozada e incomunicada. No fue hasta el viernes cuando la ayuda humanitaria comenzó a movilizarse hacia la zona.



Un huracán sin precedentes

Otis también desconcertó a los expertos: pasó de categoría 1 a categoría 5 en menos de 24 horas, lo que responde a un fenómeno meteorológico denominado "intensificación rápida" (RI, por sus siglas en inglés). En esa ventana de tiempo, el huracán aumentó su velocidad en 185 km/h. 

Solo Patricia, que tocó tierra en la costa de Jalisco y Colima en 2015, superó estas cifras, con un aumento de la velocidad de 193km/h. 

Por este motivo, el impacto en la infraestructura de la ciudad ha sido devastador y sin precedentes: "No se tiene constancia de ningún huracán de esta intensidad en esta parte de México", exponía el comunicado oficial del Centro de Huracanes del Pacífico Central, organismo dependiente de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).



Las pérdidas humanas

“Estamos trabajando 24/7 para la recuperación de este puerto maravilloso y, lo más importante, continuar con la búsqueda de personas”, remarcó el Presidente del Gobierno de México, Andrés Manuel López Obrador, en su rueda de prensa del 29 de octubre. Las cifras actualizadas a día 31 de octubre por la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, muestran que hay al menos 46 fallecidos, entre los cuales se encuentran 3 extranjeros, y 58 personas no localizadas.

Como parte de la labor de evitar más pérdidas humanas, las autoridades correspondientes están acudiendo a los centros hospitalarios del estado de Guerrero para ofrecer ayuda a los equipos sanitarios. Y además, se está trasladando a pacientes graves hacia centros de salud en Ciudad de México para que puedan ser atendidos en categoría de urgencia.

Un puerto devastado

Los clubes náuticos del puerto de Acapulco son algunos de los enclaves más destruidos por la furia del huracán Otis.

El secretario de la Marina, José Rafael Ojeda, no descarta que la cifra de fallecidos aumente tras la llegada de un buque cargado con 29 embarcaciones hundidas que ya han sido localizadas, según informa AP.

El Gobierno está enviando refuerzos a la zona para garantizar la pronta recuperación turística y económica de la ciudad.

Agua, combustible y electricidad

La población de Acapulco ha estado, desde el pasado miércoles 25 de octubre, sin agua, electricidad ni combustible, aunque los suministros se han ido restableciendo entre el domingo 29 y el martes 31, hasta alcanzar un 90% del servicio eléctrico.

De acuerdo con las declaraciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador ofrecidas el lunes 30 de octubre, los equipos están esperando a tener electrificado todo Acapulco para que comience también la distribución del gas licuado de petróleo. 

En la ciudad, que no solo abarca la zona costera sino que está compuesta por 234 localidades, se estima que alrededor de 200.000 viviendas se quedaron sin luz y gran parte de los hogares, sin agua. Con esto, las autoridades están realizando tareas de distribución de víveres: tan solo durante el domingo, se repartieron alrededor de 1.300 despensas y 15.500 litros de agua, según los datos del Gobierno de México.



Desastre en el paraíso

Las autoridades han informado de que el huracán afectó al 80% de la infraestructura hotelera de la ciudad. La mayoría de estos establecimientos se encuentran a primera línea del mar, la zona que concentra más destrucción tras el paso de Otis. 

Los edificios han quedado inhabitables, y un total de 546 turistas que estaban alojados han sido evacuados. Además, a lo largo del lunes y de forma excepcional, llegaron aviones comerciales al aeropuerto para continuar desocupando la ciudad de turistas. 

Por otro lado, uno de los hoteles más destacados de Acapulco está sirviendo como centro de acopio de despensas para la población.

Caos entre la población

Las primeras horas tras el paso de Otis por Acapulco fueron caóticas. Muchos residentes se llevaron artículos básicos de las tiendas para sobrevivir, a la espera de la llegada de autoridades que repartiesen víveres entre la población. 

En las localidades periféricas, otras personas se reunieron el viernes en las carreteras para cortar el paso y exigir al Gobierno el envío de refuerzos: "Ayuda con comida y agua" o "Los Coyotes (nombre de la localidad) necesitamos apoyo. Tenemos pérdida total. Estamos sin comunicación" se podía leer en los carteles que sostenían. 

Mientras, desde otros lugares del mundo, los familiares o allegados de los afectados crean grupos de WhatsApp y Facebook para tratar de localizar a sus seres queridos. 

Los avances tras Otis

Por el momento, en términos de avances, se han reabierto los tramos de carretera: Chilpancingo-Acapulco, Chilpancingo-Tlapa y las autopistas de Cuernavaca-Acapulco Federal y Libramiento Poniente-Acapulco Federal, de acuerdo con un comunicado del secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jorge Nuño Lara, publicado el lunes 30 de octubre. 

Por otro lado, se reporta progreso en el censo de daños: enviados de la Secretaría de Bienestar están visitando casa por casa en el puerto de Acapulco con el objetivo de hacer un censo de viviendas y conocer sus necesidades, lo que facilitará la distribución de enseres y las posteriores tareas de reconstrucción. 

Hasta el momento, sin embargo, se desconoce cuándo se restablecerán por completo los suministros básicos y las comunicaciones.

Fuente: National Geographic España

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