El fantasma de las inundacionesEl río Iguazú registró ayer su pico histórico, con 46.300 metros cúbicos por segundo, y se cerraron todas las pasarelas del parque. En Corrientes, Chaco y Santa Fe ya se preparan para una evacuación.
Una creciente récord del río Iguazú obligó ayer a cerrar todas las pasarelas de las Cataratas, tanto del lado argentino como brasileño. En apenas 24 horas, el caudal pasó de 5.230 metros cúbicos por segundo a 46.300, 35 veces más de lo que habitualmente se escurre por el lecho del Iguazú hacia el Paraná. La situación encendió las alarmas en Corrientes, Santa Fe y Chaco, donde ya se iniciaron los preparativos para posibles evacuaciones.
El incremento del nivel del agua se debe a las lluvias que se registraron en las altas cuencas de Brasil –en algunas zonas superaron los 300 milímetros–, donde hubo 9 muertos y 50 mil afectados.
En las Cataratas del Iguazú, el sábado a la mañana el hidrómetro registraba el paso de 2.690 metros cúbicos por segundo, el doble del promedio (de 1.300 a 1.500). Apenas 24 horas después había pasado a 4.910. El domingo a la tarde superó los 11.000 y en 16 horas trepó hasta los 46.300. Ahora, como en Brasil dejó de llover, se espera que en tres días el caudal se estabilice.
Desde la Intendencia del Parque Nacional Iguazú confirmaron que este caudal es récord, superando el pico anterior, que se registró en 1992: 36.000 metros cúbicos.
Debido al cierre de las pasarelas, la empresa Iguazú Argentina, concesionaria de los servicios en el Parque, decidió no cobrar el acceso. El tren ecológico no funcionó y los turistas debieron conformarse con visitar el centro comercial y realizar caminatas por los senderos, acompañados por el ronco sonido de las rojizas aguas precipitándose al cañón del Iguazú Inferior. Prefectura Naval suspendió por seguridad el cruce de la lancha de pasajeros y la balsa que une la ciudad de Puerto Iguazú con la localidad paraguaya de Tres Fronteras.
La repentina creciente inundó el puerto de Iguazú y al mediodía cortó los cuatro cabos de amarre del barco “Nicolás Mihanovich”, que funciona como casino flotante. El buque de 90 metros de largo y 16 metros de altura no tiene motor y comenzó a ser arrastrado por la corriente. Llegó al río Paraná y se desplazó seis kilómetros antes de que pudiera ser arrimado a la costa por Prefectura. Allí fue amarrado a varios árboles a la espera de que se normalice el caudal y pueda ser remolcado nuevamente al puerto.
También el río Paraná incrementó su caudal: pasó de 11.000 metros cúbicos a 27.000, dijeron voceros de la Prefectura argentina. La enorme masa de agua ya avanza sobre territorio misionero y se espera que en los próximos días llegue a Corrientes, Chaco y Santa Fe.
La Represa Hidroeléctrica de Yacyretá abrió ayer sus compuertas para liberar la presión y de esa manera adelantó los tiempos de evacuación en sus zonas de directa influencia, especialmente en la Isla Apipé, en Corrientes. También había abierto compuertas el domingo la represa de Itaipú, obligando a evacuar zonas ribereñas del Paraguay.
La intendente de Isla Apipé, Mónica Romero, informó ayer al mediodía que ya se estaban trasladando hacia la costa correntina a productores que residen en la isla. “En este momento, estamos tratando de sacar la mayor cantidad de familias y sus animales” dijo, aunque reconoció que hay “muchos no quieren salir de sus casa”. La isla Apipe sufrió el año pasado una inundación violenta e inesperada cuando la represa abrió sus compuertas sin avisar. En esa oportunidad 51 familias perdieron sus casas y casi 300 personas estuvieron en riesgo de vida ante el avance violento de las aguas. En esta oportunidad el aviso llegó con algunas horas de antelación, pero de todas formas la jefa comunal del lugar reconoció que le advirtieron que la situación será peor.
En el resto de la provincia Defensa Civil inició los preparativos junto a Prefectura Naval para dar comienzo a las tareas de evacuación cuando el agua llegue. Si bien en esta oportunidad se esta trabajando con tiempo, existe preocupación ya que se estima que podría tratarse de una inundación histórica.
En Santa Fe, por su parte, estima que el pico de la crecida del río Paraná recién llegaría a fin de mes. El pronóstico se da un marco atípico ya que el río registra casi 40 centímetros por encima de la marca habitual para esta época del año. Ayer, el puerto de Santa Fe alcanzó los 4,14 metros mientras que los niveles normales para el mes de junio apuntan 3,76 metros. Es por eso que, según proyecciones oficiales, se estima que la crecida podría superar los niveles de alerta (5,30 metros). Por su parte, la municipalidad local dispuso un operativo de controles de todos los terraplenes de defensa y monitoreo diario de la situación de los pobladores costeros ante una posible evacuación a medida que avancen las aguas.
FUENTE: clarin.com, sociedad, 10/ junio/ 2014
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