Ya no vale con ‘opinar’ o ‘criticar’, son ‘brindis al sol’, ya solo vale ‘actuar’
Cualquiera con conciencia medioambiental e incluso de pura subsistencia personal o de la especie, puede ir desgranando las desgracias que se nos avecinan de no actuar contra el fenómeno del cambio climático: inundaciones, sequías, especies extinguidas, avalanchas/movimientos de población, etc.
Si no asumimos el daño producido y el que se producirá, nos enfrentamos a una hecatombe mundial. tenemos las armas para luchar, lo que nos falta es el ‘compromiso’. Es un desafío generacional. Podemos ser recordados como la generación autodestructiva y egoísta que no fue capaz de actuar o como la que demostró que es capaz de hacer lo que hay que hacer.
Algunos opinan que los cambios venideros serán graduales, pero también pueden, -opino- serán imprevisiblemente repentinos y con repercusiones catastróficas.
Hay países que tienen una responsabilidad e irresponsabilidad, en cuanto al daño que producen como al que podrían evitar: China, Canadá, y Estados Unidos que son los principales responsables de la emisión ‘incontrolada’ de CO2, si estos países emprenden la vía de la responsabilidad, otros importantes actores internacionales seguirían su senda.
Del fracaso hay que aprender y ver la situación actual como una oportunidad: las medidas que hay que tomar habría que aplicarlas más pronto que tarde, y convertir un problema en algo positivo para nuestra sociedad, con el desarrollo de la tecnología necesaria para mitigar las consecuencias, la creación de puestos de trabajo para ese menester, y la ‘apuesta’ definitiva por las energías renovables y la eficiencia energética.
Hay que darse cuenta de que, en realidad, la contaminación es desperdiciar la energía que no tenemos.
Las grandes ‘urbes’ son uno de los mayores agentes emisores de CO2, y por tanto responsables del calentamiento global. Y paradójicamente también las más vulnerables a este fenómeno, ya que albergan grandes concentraciones humanas que se verán afectadas por una inestabilidad meteorológica impredecible, contaminación, sequía y elevación del nivel del mar en las zonas costeras, donde reside la mitad de la humanidad.
La solución al problema del cambio climático concierne a los políticos de todo el mundo, pero también a cada ciudadano. ‘Es uno de esos desafíos individuales que exigen la participación personal’. Ya tenemos datos ‘constatados’ y ‘contrastados’ en materia de pérdida de biodiversidad, elevación del nivel del mar y regresión en el litoral, y de disponibilidad de recursos hídricos. Ya no vale con ‘opinar’ o ‘criticar’, son ‘brindis al sol’, ya solo vale ‘actuar’, y no podemos pensar que el proceso será de arriba abajo, lamentablemente la experiencia nos indica que la ‘revolución’ debe empezar desde el mismo individuo con pequeños gestos para ir creciendo hacia arriba y presionar colectivamente a nuestros gobiernos para que tomen las medidas ‘contundentes’ que requiere este planeta y sin las cuales no existe el termino ‘futuro’.
FUTURO: ENVIADO POR: ECOTICIAS.COM / RED / AGENCIAS, 23/06/2014,
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