Algunos científicos creen que ya pasó la oportunidad de dar marcha atrás
Dentro de unos siglos, probablemente habrá desaparecido una gran extensión de la capa de hielo de la Antártida Occidental, y se habrán derretido sus billones de toneladas de hielo, causando un ascenso de más de un metro en los mares. A principios de mayo, varios científicos informaron que el escenario podría ser inevitable, ya que nuevas investigaciones concluyen que algunos glaciares gigantes han pasado el punto de no retorno, posiblemente provocando una reacción en cadena que podría destruir a la capa de hielo. Para muchos, la investigación fue una señal de que los cambios en el clima de la Tierra ya han llegado a un punto de inflexión, aun si el calentamiento global se detuviera de inmediato.
“Nosotros, como personas, lo vemos
como puertas que se cierran y limitan nuestras opciones futuras”, dijo Richard
Alley, profesor de geociencias en la Universidad Estatal de Pennsylvania. “A la
mayoría de nosotros personalmente nos gustaría mantener abiertas esas opciones”.
Estos glaciares son las señales más recientes de que el deshielo de las
regiones congeladas de la Tierra se está acelerando.
Aunque algunos glaciares se mantienen
firmes o incluso crecen ligeramente, la mayoría está en contracción, y los
científicos creen que continuarán derritiéndose hasta que las emisiones de
gases de efecto invernadero se controlen. “Es posiblemente la mejor evidencia del
verdadero impacto global del calentamiento”, dijo Theodore A. Scambos, científico titular en el Centro
Nacional de Datos de Nieve y Hielo.
Los más avanzados en el proceso de
derretimiento son los glaciares más pequeños de las altas regiones montañosas
de los Andes, los Alpes y los Himalayas, y en Alaska. En sí mismo, su deshielo
no representa una grave amenaza; en conjunto componen sólo el 1 por ciento del
hielo del planeta y ocasionarían que el nivel del mar aumentara solamente medio
metro. Pero los glaciares de las montañas le han estado indicando a los científicos
lo que la desintegración de los glaciares en la Antártida Occidental hoy
confirma: en los próximos siglos, una mayor porción de tierra estará cubierta
por agua y una mayor cantidad de la naturaleza quedará afectada.
Un deshielo total provocaría que el
nivel del mar aumentara 65 metros. Durante eras de hielo recientes, los
glaciares se expandieron desde los polos y cubrieron casi tiempo después para
ver qué tanto se había movido el hielo. El método le daba a los científicos una
idea de sólo las áreas medidas durante ese período de estudio. Ahora los
satélites ofrecen una visión global. Las imágenes muestran dónde están los
glaciares y cómo cambian la áreas con los años.
El Experimento de Clima y
Recuperación Gravitatoria de la NASA (Grace, por sus siglas en inglés) ha sido
muy útil. Dos naves espaciales idénticas han estado midiendo la gravedad de la
Tierra. Cuando los glaciares se derriten, el agua fluye a otra parte y esa parte del planeta pesa
menos, lo que debilita ligeramente su atracción gravitacional. Grace no
es lo suficientemente preciso para medir los cambios de masa en un glaciar
individual, pero sí proporciona datos sobre cambios regionales.
Otro satélite de la NASA, IceSat,
rebotaba lásers desde el hielo para medir con precisión la altura de los glaciares.
En un análisis el año pasado de todas las mediciones, los científicos concluyeron
que, en promedio, los glaciares de todas las regiones vacían 260 mil millones
de toneladas de agua en el océano al año.
“No puedo pensar en ninguna región
importante de glaciares que esté creciendo en la actualidad”, dijo Scambos. “Casi
en todos lados notamos pérdida de masa”.
Las capas de hielo de la Antártida y
Groenlandia poseen juntas 100 veces más hielo que todos los glaciares de
montaña combinados, pero contribuyen sólo ligeramente más al aumento del nivel
del mar: 310 mil millones de toneladas al año, indicó Scambos. La mayoría de
los glaciares de las montañas se ubica en áreas donde las temperaturas están
más cerca del punto de derretimiento de lo que están en Groenlandia o la
Antártida, así que incluso un calentamiento ligero los hace derretirse.
En 2012, cuando las temperaturas veraniegas
del Ártico fueron particularmente cálidas, el deshielo de la superficie se
observó casi en todas partes en los glaciares de Groenlandia, incluso en las
montañas. Eso no había ocurrido en décadas. Un nuevo estudio de Groenlandia, publicado
en la revista Nature Geoscience, presenta un panorama más sombrío. El
derretimiento se acelera debido a que muchos de los glaciares fluyen en las
aguas en proceso de calentarse alrededor de Groenlandia. Pero los científicos habían
creído que el deshielo se desaceleraría una vez que el fondo de los glaciares
se derritiera y ya no tocara el agua.
La nueva investigación indica lo
contrario. Científicos de la Universidad de California, en Irvine, descubrieron
cañones largos y profundos abajo del nivel del mar y debajo de la capa de
hielo. Así que aun cuando los glaciares se retraigan, todavía estarán en contacto con el agua
caliente que va avanzando y, como resultado, más hielo se derretirá. “Contribuirán
más al aumento del nivel del mar”, dijo Mathieu Morlighem, autor principal del
artículo de Nature Geoscience.
La Antártida es la masa congelada más
grande, que compone el 90 por ciento del hielo de la Tierra. La mayoría de éste
se encuentra en la Antártida Oriental, que generalmente es más alta y fría y
con menos probabilidades de derretirse. Según algunas estimaciones, el
calentamiento global provoca una mayor nevada ahí, lo que limita la pérdida. Pero
al igual que en la Antártida Occidental, parte del hielo está en depresiones en
forma de tazón, que son vulnerables al deshielo.
FUENTE: The New York Times, 31/ mayo/ 2014, Por Kenneth Chang.
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