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miércoles, 25 de junio de 2014
SALVAR LOS HUMEDALES MEDIANTE EL CULTIVO RESPONSABLE DE SOJA.
Imagen aérea de los esteros del Iberá. (Daniel Garcia/AFP/Getty Images)
Aquellos que consumen tofu y leche de soja, pero especialmente aquellos consumidores de carne y los que conducen un automóvil con biodiesel debería tener una mirada crítica respecto a los impactos del cultivo de soja. Si bien hay que reconocer el valor que brinda la soja, su expansión provoca graves impactos sobre importantes áreas de humedales y bosques de América del Sur, y viola los derechos a la tierra. Es por eso que unimos esfuerzos con muchas otras ONGs en sus esfuerzos para crear una industria de la soja sustentable.
Aumento de los riesgos de inundaciones
El Delta del Paraná en Argentina es un ejemplo de un importante humedal afectado por la expansión de la soja. "El delta es un increíble ecosistema natural de humedal que tiene la capacidad de suavizar los efectos de las inundaciones y las sequías, protegen las costas y purificar el agua", dice Daniel Blanco de Wetlands International Argentina.
En los últimos años la vertiginosa expansión de la soja en el continente tuvo un impacto directo en la región con alrededor de un millón de cabezas de ganado vacuno desplazadas de la Pampa Argentina hasta el borde del delta del Paraná y sus islas. Para hacer que el delta sea adecuado para el pastoreo de ganado, el flujo natural del río y de los arroyos ha sido alterado mediante drenaje, relleno de tierra y construcción de diques. "Esto aumenta los efectos negativos de las inundaciones y afecta la adaptación al cambio climático. Además, el uso de ganadería a gran escala derivó en importantes incendios en 2008, que afectaron a la región y su entorno", según Daniel.
Agroquímicos
La expansión de la soja en el delta también involucra la utilización de productos agroquímicos. Esto afecta seriamente la calidad del agua, la vida silvestre y la pesca, afectando en última instancia, a las comunidades locales y sus medios de subsistencia, como la pesca y la apicultura tradicional. Los habitantes del Delta beben agua sin tratamiento. Además, la ciudad de Buenos Aires consume el agua recogida del Río de La Plata, donde el Delta derrama su agua. A pesar de que se le aplica un tratamiento, la eliminación de los productos agroquímicos del agua es un proceso muy costoso.
Mesa redonda de soja responsable
"Debemos hacer todo lo posible para salvaguardar el ecosistema de los humedales. Consideramos que es muy importante compartir nuestros conocimientos y capacidades en los procesos de negociación y en espacios como la Mesa Redonda de Soja Responsable (RTRS por sus siglas en inglés)", dice Jan Heinrich, Coordinador del Programa de Soja, quién en representación de Wetlands International ha colaborado con equipos de trabajo sobre el tema de los plaguicidas y ha sugerido cambios en el estándar para producción de soja responsable, en los que se incluya el cuidado de los humedales.
Aprobación del Senado de normas mínimas para la protección de los humedales argentinos
Considerando la importancia de la soja para la economía argentina y que su cultivo ha sido el principal impulsor de los cambios de uso de la tierra en las últimas décadas, durante el año 2012 hemos trabajado en la promoción de una ley nacional sobre las normas mínimas para la conservación, protección, restauración y uso sustentable de los humedales de Argentina, asesorando estrechamente sobre las políticas públicas.
El proyecto de ley federal recibió la aprobación del Senado en noviembre pasado y ahora pasó a la Cámara de Diputados en espera de la aprobación final. "Consideramos que este es un gran logro para la conservación y gestión de los humedales en Argentina", celebra Daniel.
Monitoreo del estado actual de asuntos vinculados a la soja en América del Sur
Para mejorar el conocimiento sobre los impactos ambientales y sociales de la soja entre la industria, los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales que recientemente iniciaron el Observatorio Socio-ambiental de soja (OSAS), junto con organizaciones de Argentina, Paraguay, Bolivia y Brasil, así como también organizaciones internacionales asociadas como UICN y Both Ends. El objetivo principal del OSAS es monitorear el monocultivo de soja en la región.
"Quisiéramos que estos datos sirvan de base para el debate e influir en las políticas de planificación y gestión socio-ambiental de la producción, tanto en los países productores como en los países importadores", concluye con optimismo Jan.
FUENTE: este artículo fue originalmente escrito por Marta Andelman y publicado en Wetlands International. La Gran Época, 13/ JUNIO/ 2014
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