BUENOS AIRES (NOTIMEX).- El cambio climático ha provocado graves efectos en Argentina, como inundaciones y reducción en el tamaño de los glaciares, sin que existan políticas efectivas para contrarrestarlo, denunció la organización ambientalista Greenpeace.
Juan Casavelo, coordinador de la Campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace, explicó a Notimex que uno de los efectos más serios se está produciendo en la zona agrícola de La Pampa, en el centro del país.
Ahí, dijo, hay zonas deprimidas que padecen inundaciones recurrentes porque la intensidad de las lluvias ha aumentado en 50 por ciento y se prevé que el caudal siga creciendo en los próximos años.
A su vez, agregó, el cambio climático está provocando el aumento del nivel del mar debido a las negativas precipitaciones registradas en las regiones costeras de Buenos Aires.
‘De seguir la tendencia actual, las costas quedarán sumergidas bajo el agua, se perderá territorio’, advirtió Casavelo.
El especialista añadió que ‘estamos hablando de una región central para Argentina, porque nuclea la producción agrícola del país y por eso las pérdidas de las cosechas futuras tendrán un impacto severo en la economía’.
Casavelo explicó que otro de los impactos más fuertes del cambio climático en Argentina se ha dejado sentir en los glaciares ubicados en la región de Cuyo, colindante con la Cordillera de los Andes.
‘Tiene que ver con el derretimiento de los glaciares, que están desapareciendo en todo el mundo. Hace dos años ya habían perdido una extensión de 10 kilómetros y ahora no creemos que la situación haya mejorado’, dijo.
La paulatina desaparición de los glaciares, añadió, podría provocar el colapso de la economía agroindustrial de la región, que incluye a la provincia de Mendoza, que es la principal productora vitivinícola de Argentina.
‘Los glaciares regulan el suministro de agua en época de lluvias, porque en el invierno acumulan nieve que en verano comienza a desprenderse y proporcionan agua, éste es el efecto positivo’, señaló el ambientalista.
Por otra parte, agregó que el calor se ha intensificado en diferentes zonas del país porque las zonas boscosas han sido deforestadas para cultivar soja, un producto que en poco tiempo erosiona la tierra.
Casavelo calificó la situación como lamentable, ya que el gobierno cuenta con una oficina de cambio climático y ha firmado los protocolos internacionales en la materia, ‘pero no hay una política definida para la mitigación del cambio climático’.
Añadió que desde el gobierno no se impulsa la adaptación a las nuevas condiciones de riesgo, ni se promueven seriamente las fuentes de energía renovables.
FUENTE: yucatan.com.mx, 3/ junio/ 2014
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