Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de laConvención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, visitó Lima en mayo mientras Perú se prepara para ser el anfitrión de las negociaciones sobre cambio climático anuales de la ONU en diciembre. Figueres aclaro que la conferencia de Lima tiene que asegurar una primera versión de un acuerdo climático antes de la cumbre en París en 2015. La Secretaria Ejecutiva también comentó que los esfuerzos de gobiernos para enfrentar el cambio climático son lamentablemente inadecuados.
Figueres citó una investigación reciente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la cual afirma que la ventana de oportunidad para mantener la temperatura global debajo del límite de 2 grados centígrados y evitar impactos climáticos peligrosos se está cerrando rápidamente.
Esto es un recordatorio de la incesante presión que sienten los presidentes de las negociaciones de cambio climático de la ONU, también conocida como Conferencia de las partes (COP). Los Presidentes de la COP caminan por la cuerda floja en su intento de guiar a más de 190 países miembros de la Convención de Cambio Climático hacia un acuerdo global y son criticados con frecuencia por hacer demasiado o muy poco. Como anfitrión de la vigésima COP o la COP20, Perú está tratando de realizar un acto de equilibrio excepcionalmente complejo.
La Preparación
Con una gran brecha entre las posiciones de los diferentes países y con un nivel de confianza bastante bajo, un acuerdo climático ambicioso y equitativo entre todos los países ha sido difícil de alcanzar durante décadas. Sin embargo, el liderazgo decisivo de un presidente de la COP podría asegurar el apoyo necesario para progresar. El papel exitoso del presidente de la COP se basa en establecer las expectativas de la conferencia, facilitar el proceso con éxito, demostrar acción domestica sobre el clima y ser un buen anfitrión.
Un punto de partida clave es establecer el nivel de expectativas para la COP. Perú ha sido claro en que Lima debe elaborar una primera versión de un acuerdo climático global. El presidente de la COP20 y ministro de ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, dijo en una conferencia en la Universidad de Brown que el COP20 debe proporcionar una base sólida para un acuerdo en París. Sin embargo, advirtió en contra de considerar los siguientes dos años de negociaciones como un último esfuerzo y no como el comienzo de un nuevo capítulo en la cooperación global climática.
Elevar demasiado el nivel de expectativas para la COP puede ser desastroso. Antes de la COP15 en Copenhague, Dinamarca en el 2009, las expectativas eran tan altas que al no producir un acuerdo global produjo en parte la desintegración del proceso y un final amargo. Aunque Perú tiene grandes expectativas para la cumbre climática, las circunstancias también juegan un papel importante. Los resultados alarmantes del último informe del IPCC, el plazo para un acuerdo global en el 2015 y la vulnerabilidad del Perú a los impactos del clima, han creado altas expectativas del gobierno peruano. Esto aumenta el riesgo del COP20 ya que puede ser percibido como un fracaso si no hay resultados concretos.
El tema de cambio climático puede ser una parte clave del legado del presidente peruano Ollanta Humala, que constitucionalmente no puede ser reelegido en 2016. La participación del presidente Humala en la Cumbre de Líderes del Secretario General de la ONU, Ban Ki- Moon, sobre el cambio climático en Nueva York en septiembre es una señal positiva de la seriedad con la que el gobierno de Humala se está tomando la COP20.
Orquestrando el espectáculo
El presidente de la COP dirige el proceso de negociación antes y durante la cumbre climática y generalmente puede tomar un enfoque audaz o reacio. Organizadores renuentes asumen un rol pasivo y enfatizan que el proceso es conducido por diferentes actores e inclusivo para todos los países. Un organizador audaz reconoce públicamente que todos los países tienen un lugar en la mesa de negociación pero actúa con firmeza al discutir temas difíciles y así desarrollar compromisos y soluciones en los textos de negociación. Esta sistema puede centrarse en consultas informales entre grupos más pequeños de países y el presidente de la COP, un enfoque que funcionó bien en México en el 2010 durante la COP16.
Crear confianza entre diferentes países es esencial para el papel de organizador. El Presidente de la COP debe de hablar con los países con mayor nivel de emisiones, con los países menos desarrollados o más vulnerables y con los que están a favor o en contra de un acuerdo jurídicamente vinculante para todos los países. El apoyo de estos participantes es necesario si las negociaciones se enfrentan con obstáculos y Perú se encuentra con países disidentes que bloquean el progreso.
Perú está utilizando la COP20 para reforzar su propia acción interna sobre el clima y a su vez, fortalecer la credibilidad de su presidencia. En 2008, Perú anunció un impresionante compromiso de reducción voluntaria de emisiones, ofreciendo reducir a cero la deforestación de bosques primarios en el año 2021. Sin embargo, la implementación de políticas climáticas sigue siendo un reto debido a las sustanciales concesiones de petróleo y gas en el Amazonas.
Dado que los negociadores – especialmente los de países en desarrollo con delegaciones más pequeñas – sobreviven con bajos niveles de sueño durante la conferencia, planear un evento bien organizado es esencial. Una COP con logísticas claras y organizadas es crucial, sobre todo cuando el agotamiento y un estado de ánimo bajo se vuelven evidentes.
Los esfuerzos y altas expectativas de Perú se deben en gran parte a la urgencia a nivel mundial, a su agenda climática nacional y a su preocupación por la vulnerabilidad de Perú a los impactos climáticos. A siete meses de la COP20 los principales retos de Perú serán facilitar audazmente el proceso y asegurar una conferencia bien organizada. El slogan del COP20 dice: “No te acerques a Perú si no quieres cambiar el mundo”. Sólo mediante la realización de una gran hazaña diplomática Perú podrá hacer realidad este cambio y cruzar la cuerda floja.
FUENTE: Infolatam, 10/ JUNIO/ 2014
Por GUY EDWARDS
(Infolatam).-
Por Guy Edwards y Jakob Skovgaard
Guy Edwards es un investigador y co- director del Laboratorio de Clima y Desarrollo en el Centro de Estudios Ambientales de la Universidad Brown. Jakob Skovgaard es profesor en el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Lund. Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no reflejan los puntos de vista de la Universidad de Brown o la Universidad de Lund
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