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jueves, 28 de mayo de 2020

EL CORONA VIRUS Y EL ARCA DE NOÉ


El Arca de Noé" y las 13 Moralejas que nos dejó para el Liderazgo, el



 Hace unos  seis  años escribí en este blog un artículo denominado “EL CAMBIO CLIMÁTICO Y  EL ARCA DE NOÉ” (02-04-2014), intentando una reflexión y una relación entre el mito del “diluvio universal”, y la situación actual que sufre el planeta con el aumento de temperatura.     

De las tantas definiciones de mito, lo cual no es motivo de este trabajo y simplemente lo tomamos  como apoyo para reforzar el análisis, podemos considerar la siguiente  [1]

“Un mito (del griego μῦθος, mythos, «relato», «cuento») es un relato tradicional que se refiere a unos acontecimientos prodigiosos, protagonizados por seres sobrenaturales o extraordinarios, tales como dioses, semidioses, o personajes fantásticos, que buscan  dar una explicación a un hecho o un fenómeno.
Los mitos forman parte del sistema de creencias de una cultura o de una comunidad, donde son considerados como historias verdaderas. Al conjunto de los mitos de una cultura se le denomina mitología”.

Entonces según la mitología, y de acuerdo a los capítulos 6 al 9 del libro del Génesis,  Yahvé manifestó [2]: “observando la maldad creciente en el comportamiento de la raza humana, le indicó a Noé  que a él le correspondería mantener el linaje de los hombres de aquella tierra. Yahvé dijo a Noé que construyera un arca, y que llevara a su esposa,  a sus hijos, y a las esposas de sus hijos.  
Además, tenía que llevar ciertos animales, macho y hembra. De los animales puros debía tomar siete parejas, y de los impuros una sola pareja. También debía tomar y almacenar la comida necesaria”.

Desde cierto ángulo de análisis, podemos pensar que esa arca fue un lugar de confinamiento donde preservar a la raza humana y a animales del diluvio universal, el cual llegaría para castigar los tremendos desaciertos, desmanes, y descontroles de hombres y mujeres.

Hoy, estamos viviendo otro tipo de confinamiento debido a la pandemia desatada por el corona virus. Más allá que cada país implementó diferentes respuestas para contener los contagios, todos de alguna forma aplicaron el confinamiento.

Está bastante aceptado que el origen de este virus se produjo en zonas donde diferentes animales estaban encerrados un lugares infectados y rodeados de basura, lo cual indicaría que la posibilidad de desarrollar un caldo de cultivo para todo tipo de microbios, bacterias y virus era y es extremadamente alta.

Probablemente costumbres milenarias llevaron a que algunas culturas tuvieran el hábito de alimentarse con este tipo de animales, los cuales seguramente en otras épocas no habían desarrollado estos virus. Lo que ha sucedido es  que las condiciones de hábitat de esos animales, hoy, son deplorables.   

Nuevamente, como en el caso del cambio climático, actitudes antropogénicas [3] han generado un profundo deterioro de los ecosistemas. La pandemia del corona virus es otro muy grave caso de acciones humanas que luego producen, como reacción, las respuestas de los ecosistemas que son violados.  

En aquel momento de la historia, hace 4300 años y según la mitología, la raza humana necesitó de una tremenda respuesta (de Dios?, del Planeta?, de los Ecosistemas?) para repensar los valores y el lugar que debería ocupar en el concierto universal.   

Quizá el corona virus sea un mensaje, independientemente de donde venga, como para replantearnos severamente que estamos haciendo como raza humana.


[2]  Yahvé es el nombre de Dios  mencionado en las religiones abrahámicas, judía y cristiana
[3]  Actitudes antropogénicas: “derivadas del ser humano”.


FUENTE: Juan José Olivieri, 28-05-2020

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