De las tantas definiciones de mito, lo cual no es motivo de
este trabajo y simplemente lo tomamos como apoyo para reforzar el análisis, podemos considerar
la siguiente [1]:
“Un mito (del griego μῦθος, mythos, «relato», «cuento») es un
relato tradicional que se refiere a unos acontecimientos prodigiosos,
protagonizados por seres sobrenaturales o extraordinarios, tales como dioses,
semidioses, o personajes fantásticos, que buscan dar una explicación a un hecho o un fenómeno.
Los mitos forman parte del sistema de creencias de una
cultura o de una comunidad, donde son considerados como historias verdaderas. Al
conjunto de los mitos de una cultura se le denomina mitología”.
Entonces según la mitología, y de acuerdo a los capítulos 6 al 9 del
libro del Génesis, Yahvé manifestó [2]: “observando
la maldad creciente en el comportamiento de la raza humana, le indicó a Noé que a él le correspondería mantener el linaje
de los hombres de aquella tierra. Yahvé dijo a Noé que construyera un arca, y
que llevara a su esposa, a sus hijos, y a las esposas de sus hijos.
Además, tenía que llevar ciertos animales, macho y hembra. De los
animales puros debía tomar siete parejas, y de los impuros una sola pareja.
También debía tomar y almacenar la comida necesaria”.
Desde cierto ángulo de
análisis, podemos pensar que esa arca fue un lugar de confinamiento donde
preservar a la raza humana y a animales del diluvio universal, el cual llegaría
para castigar los tremendos desaciertos, desmanes, y descontroles de hombres y
mujeres.
Hoy, estamos viviendo
otro tipo de confinamiento debido a la pandemia desatada por el corona virus.
Más allá que cada país implementó diferentes respuestas para contener los
contagios, todos de alguna forma aplicaron el confinamiento.
Está bastante aceptado
que el origen de este virus se produjo en zonas donde diferentes animales estaban
encerrados un lugares infectados y rodeados de basura, lo cual indicaría que la
posibilidad de desarrollar un caldo de cultivo para todo tipo de microbios,
bacterias y virus era y es extremadamente alta.
Probablemente
costumbres milenarias llevaron a que algunas culturas tuvieran el hábito de
alimentarse con este tipo de animales, los cuales seguramente en otras épocas no
habían desarrollado estos virus. Lo que ha sucedido es que las condiciones de hábitat de esos
animales, hoy, son deplorables.
Nuevamente, como en el
caso del cambio climático, actitudes antropogénicas [3] han generado un profundo deterioro de los ecosistemas. La pandemia del corona
virus es otro muy grave caso de acciones humanas que luego producen, como
reacción, las respuestas de los ecosistemas que son violados.
En aquel momento de la
historia, hace 4300 años y según la mitología, la raza humana necesitó de una
tremenda respuesta (de Dios?, del Planeta?, de los Ecosistemas?) para repensar
los valores y el lugar que debería ocupar en el concierto universal.
Quizá el corona virus
sea un mensaje, independientemente de donde venga, como para replantearnos
severamente que estamos haciendo como raza humana.
FUENTE: Juan José Olivieri, 28-05-2020
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