Los meteorólogos estadounidenses señalan el 1 de junio como el inicio de temporada de huracanes y este año 2023 las previsiones apuntan una elevada incertidumbre por la coincidencia por un lado de un fenómeno natural, El Niño, y por el otro las altas temperaturas en el Atlántico. Esta última situación está causada por el cambio climático acelerado por actividades humanas como la combustión de petróleo, gas y carbón.
A la hora de hablar de cambio climático es inevitable hablar de la necesaria energía como causante de buena parte de los problemas con el clima, pero la puerta a la esperanza está abierta. Con el desarrollo tecnológico de las fuentes renovables, se abre de par en par una vía de cambio que puede evitar o mitigar lo peor del aumento de las temperaturas y mantener cubiertas las necesidades energéticas.
“La ciencia es clara, para evitar los peores impactos del cambio climático las emisiones necesitan reducirse casi hasta la mitad en 2030 y llegar a un neto de cero en 2050″, declara las Naciones Unidas. Para alcanzar estos objetivos se necesita, según esta organización internacional, limitar la dependencia de los combustibles fósiles, que aún suponen el 80% de la producción global de energía.
Pedro Azagra, consejero delegado de Avangrid, una subsidiaria de Iberdrola, explica que se tienen las tecnologías que nos permiten tener toda la electricidad necesaria para nuestra vida diaria “sin contaminar y sin provocar el efecto invernadero que tiene un impacto en el clima. Tenemos la responsabilidad de liderar la transformación hacia un futuro energético limpio, renovable y sostenible para combatir la crisis climática y, al mismo tiempo, facilitar la transición de nuestra mano de obra hacia los crecientes empleos del futuro en el sector de las energías limpias”.
Líder en energía sostenible y tercer operador eólico de EE.UU., Avangrid posee y explota más de 8 GW de capacidad eólica y solar instalada en todo el país y, con Vineyard Wind 1, la empresa está desarrollando el primer parque eólico comercial marino a gran escala del país. Azagra subraya que, aunque es muy importante decir a la gente que podemos tener más electricidad, “también tenemos que asegurarnos de que se produce de una manera responsable que limite el impacto en nuestras comunidades y no dañe nuestro medio ambiente y la vida marina para las generaciones venideras”.
En Maine, Laney Brown habla del humo procedente de los incendios forestales de Canadá durante esta primavera y que han tamizado con un velo de humo la luz del sol y llevado contaminantes a varios lugares de EEUU, desde el estado donde reside hasta Nueva York. Brown, vicepresidenta de sostenibilidad de Avangrid, cree que la situación es de amenaza existencial y recuerda que FEMA, la organización de ayuda a resolver los riesgos climáticos tras tormentas y otros eventos, “está haciendo frente a eventos anuales que cuestan miles de millones de dólares y antes ocurrían cada cinco años” .
Para esta experta, sostenibilidad es utilizar los recursos que la naturaleza tiene de forma que se mantenga la vida del planeta. Y no solo por lo que respecta a las fuentes sino también a los materiales que se usan en este sector ya que, tanto en solar como en eólica además de baterías de almacenaje, se requiere extracción de minerales críticos. No obstante, de acuerdo con el Consejo Americano de EnergíaRenovables (ACORE, en sus siglas en inglés) las emisiones en el ciclo de vida de las tecnologías necesarias son sustancialmente más bajas que las alternativas de los combustibles fósiles incluso con captura de carbono. Además, Brown explica que hay programas de reciclajes de turbinas y baterías. En este último caso “hay un gran mercado secundario y es un ejemplo perfecto de economía circular”.
La sostenibilidad es también económica. “Si se piensa en las inundaciones, los incendios y en general la inseguridad que se ha generado alrededor de la energía, esto tiene un coste tremendo”, explica Brown.
La seguridad energética es algo que tiene claro José Zayas, vicepresidente ejecutivo de políticas y programas de ACORE. “Consideremos la guerra en Ucrania y cuántos problemas ha generado para el gas natural, un sector que ha visto aumentar sus precios para los consumidores. En el caso de las renovables el combustible, en esencia, es siempre gratis, y siempre es propio, con lo que se tiene independencia energética y seguridad de una fuente que no se agota”.
Y en este sentido, Estados Unidos “está bendecido con muchos recursos renovables”, dice Zayas para explicar que la ley de Reducción de la Inflación (IRA en sus siglas en inglés) de agosto de 2022 —que incluye un gasto y créditos fiscales valorados en $369,000 millones—, y otras legislaciones “han puesto de manifiesto la importancia del sector y la conciencia de la oportunidad que es crítica para un sector que ya genera el 23% de la energía del país”.
Según la Administración de Información de Energía de EE UU, en 2022 la generación eléctrica de fuentes renovables — eólica, solar, agua, biomasa y geotermia—, fue superior por primera vez a la proveniente de la generada por carbón. Ya en 2021 superó a la nuclear como lo hizo también el año pasado. La mayor fuente de electricidad (el 39% del total) corresponde al gas natural.
La fuente eólica y la solar han sido las bases del crecimiento de este sector limpio. Las previsiones oficiales pasan porque la capacidad de las energías renovables crezca un 380% entre 2022 y 2050 mientras que la capacidad de generación de fuentes fósiles (carbón y gas natural) lo haga en un 11% en ese mismo periodo de tiempo. La proyección llega apoyada en dos pilares fundamentales. El coste y la confiabilidad.
Avangrid explica que la evolución tecnológica en renovables ha sido muy rápida en ambos sentidos y en lo referente al primero asegura que “hace 15 años no, pero ahora puedo decir que no solo es la más limpia sino la más competitiva en términos de costes”. Las instalaciones en el océano están empezando a rebajar más los costes.
Desde ACORE, Zayas explicó que en términos de facturar a los usuarios no todos los mercados del país son iguales y cada uno maneja su sistema eléctrico de forma diferente “pero la razón por la que se instala cada vez más capacidad renovable es porque tiene costes competitivos. En algunos lugares esto se traduce en el mantenimiento de precios, sin que suban, y en otros reducirlos. Además, se manifiesta en otras oportunidades, como las economías en las que se instala”. En este sentido, en 2021 esta industria había creado más de 539,000 empleos a los que se sumarán los que se creen con el impulso del IRA.
Por lo que se refiere a la confiabilidad, Avangrid explica que la evolución técnica ha convertido a esta fuente de energía en segura, algo que se ha demostrado en las recientes tormentas y que han probado su resiliencia a la par con el resto de las energías. Hay que recordar que en situaciones de catástrofe los combustibles fósiles no han sido infalibles. Durante la tormenta Uri de febrero de 2021 en Texas, cuando hubo un fallo en la distribución de energía, tres cuartas partes de los problemas llegaron de plantas de gas natural y carbón. En la tormenta Elliot en diciembre de 2022, el 91% de los cortes de electricidad en la zona del Atlántico fueron por las plantas de combustibles fósiles.
Azagra reconoce que las renovables son una fuente intermitente de energía, a veces no sale el sol, a veces los vientos se calman, “pero la mejora en los sistemas de baterías de almacenaje nos va a ayudar con esta intermitencia y tener un perfil más estable”. Zayas, el vicepresidente de ACORE, añade que la diversidad geográfica para mantener equilibrios y una mejora en las interconexiones, que es la gran asignatura pendiente, va asentar definitivamente la fiabilidad del sistema renovable.
Avangrid está posicionada para garantizar el servicio porque desde hace dos décadas la empresa ha estado en los dos lados de esta industria, en el de la producción y el de la transmisión y distribución. “Se vio como parte importante del futuro la transmisión, una parte de la solución en la revolución planteada por las renovables”. ACORE considera que emparejar las renovables con una expansión de las transmisiones será muy beneficioso para la seguridad de la producción porque cuando el sol no brille en un lugar, el viento lo hará en otro.
La evolución tecnológica, el abaratamiento, la necesidad medioambiental de acelerar el cambio y el impulso desde el Gobierno son motivos para ver un futuro cada vez mayor para las renovables. Lo dice la Administración y lo cree Azagra, quien dice que en 20 años la solución verde va ser la más importante en el mix de generación. “Probablemente haya apoyo de otras fuentes, pero tendremos la tecnología y la capacidad para asegurar que la generación de energía es, sobre todo, renovable y es bueno porque recordemos que hacemos esto no solo por nosotros, sino por las nuevas generaciones. Tenemos que dejar un mundo mejor que el que nos hemos encontrado”.
Fuente: El Pais
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