El agua es tan necesaria para nuestra vida que estamos consumiendo de este recurso aún cuando no nos damos cuenta. Por ejemplo, cuando compramos un pantalón de jean nuevo como al comer un bife de carne, ¿lo habías pensado?
A la cantidad de agua que se necesita para producir algo, se la llama huella hídrica. Y conocerla nos puede ayudar a tomar mejores decisiones como consumidores. Es que tener buena información nos permite ver más allá y apreciar el circuito completo que realiza un objeto antes de llegar a nuestras manos.
Sabemos que son las industrias las que más agua demandan y que, en general, es poco o nulo el control que se ejerce sobre ellas. Sólo basta considerar los enormes volúmenes que usan la agricultura, la ganadería o la minería para saber la responsabilidad que tienen.
Lo que también es cierto es que no nos podemos sentar a esperar a que estos gigantes cambien para mejorar lo que sí está a nuestro alcance. En este sentido, a nivel de la ciudadanía los cambios se dan más rápido y generan más conciencia. Y esto marca una gran y necesaria diferencia.
Por eso, actuemos hoy sabiendo que las reservas mundiales de agua ya están en caída. Activemos ahora antes que lo que le pasó a Uruguay se replique (es decir, antes que una sequía seque sus ríos y lagunas y los dirigentes se den cuenta tarde, demasiado tarde.)
Fuente: Greenpeace
No hay comentarios.:
Publicar un comentario