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jueves, 11 de octubre de 2012
UN VOLCÁN SUBMARINO PODRÍA PRONOSTICAR CAMBIOS CLIMATICOS DEL ECOSISTEMA MARINO.
El volcán submarino que hace un año inquietó el mar herreño (España)mejorará el pronóstico de futuras erupciones al generar múltiples investigaciones en este campo, al tiempo que los oceanógrafos han encontrado un laboratorio inesperado para comprobar los efectos del cambio climático en el ecosistema marino.
La erupción submarina en el Mar de las Calmas puso en marcha un engranaje de protección civil e investigadores de varias disciplinas que, en este último caso, vivieron un acontecimiento importante para la comunidad científica mundial: la posibilidad de tener información de todos los parámetros vulcanológicos desde el primer momento.
Así lo explica en una entrevista a Efe María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, quien señala que en esta institución se realizan "múltiples investigaciones" con trabajos en curso que se publicarán en los congresos más relevantes de vulcanología a nivel mundial.
"Todos los parámetros se han vigilado desde el principio y se siguen recolectando datos, disponibles para hacer investigaciones. Para el IGN, lo más importante es hacer ciencia que permita mejorar los pronósticos", precisa Blanco.
A su vez, el investigador del Instituto Español de Oceanografía Eugenio Fraile, que dirigió siete de las campañas que el IEO realizó en El Hierro, considera en declaraciones a Efe que la erupción volcánica submarina ha sido un laboratorio natural para comprobar los efectos del cambio climático sobre el ecosistema marino.
Para este científico, este es sin duda el resultado más relevante de las investigaciones que aún continúan realizando en el Mar de las Calmas y en las que se analizan los parámetros físicos, químicos y biológicos en la zona de la erupción.
La erupción ha supuesto "un importante potencial espontáneo" para hacer investigaciones en ciencias como la sismología, la gravimetría, el magnetismo, la geoquímica, la geodesia e incluso ha perfeccionado la técnica para obtener imágenes térmicas, explica María José Blanco.
El IGN, como institución responsable, debe estar a la vanguardia en el conocimiento del fenómeno volcánico y estar en contacto con los mejores grupos de investigación en todos los ámbitos, señala la investigadora.
Desde el 18 de julio de 2011 hasta la actualidad el IGN ha contabilizado en El Hierro más de 16.400 movimientos sísmicos y de ellos, unos 870 han sido sentidos por la población, normalmente los de magnitud superior a 2,7 en la escala Richter.
La isla alcanzó una deformación máxima de 18 centímetros en tres periodos, pues en el primero de ellos fue de 6 centímetros, de 9 en el segundo y de 3 en el último.
En septiembre se registró un repunte de la actividad sísmica y de la deformación, aunque con pocos terremotos sentidos por la población y los científicos no saben cuánto durará este proceso volcánico en su conjunto, admite María José Blanco.
También el investigador del IEO Eugenio Fraile destacó que la comunidad científica se ha mostrado muy interesada por los estudios realizados sobre el volcán y muestra de ello es que los resultados se han publicado en las mejores revistas científicas del mundo.
"Somos los únicos del mundo que tenemos datos desde antes del comienzo de la erupción, durante y después y esos dados tienen un valor científico incalculable", señaló Fraile, quien reiteró que en un periodo corto de tiempo se ha podido constatar, en un escenario real, los efectos del cambio climático sobre un ecosistema marino que en caso contrario sólo se podían intuir en un laboratorio.
"Ha sido un laboratorio natural para el estudio de los estresores del cambio climático sobre el ecosistema marino", dijo Fraile, quien explicó que se han comprobado tres alteraciones importantes, como el aumento de la temperatura del mar, la acidificación del océano y la disminución del oxígeno.
El experto explicó que con la tendencia actual del cambio climático habría que esperar miles de años para poder estudiar lo que se ve ahora mismo en la isla de El Hierro.
Mientras que el aumento de la temperatura del mar por el cambio climático es de 0,6 grados centígrados por siglo, en el Mar de las Calmas la temperatura subió hasta los 18,8 grados, el pH disminuyó en 2,8 unidades y el mar en la zona se quedó sin oxígeno.
Precisamente María José Blanco, que es la portavoz científica del Plan Especial de Protección Civil ante el Riesgo Volcánico (Pevolca) explica que una de las demandas de los investigadores es que el IEO se integre en el comité científico de este organismo.
Es algo que se debe corregir porque no estaba prevista la participación del IEO como miembro del comité científico del Pevolca que, de hecho, ha ayudado a coordinar instituciones que no tenían contacto previo.
"La coordinación ha estado bien pero a partir de ahora tiene que ser mejor. Ha habido un primer contacto que debe mantenerse, continuar el lazo que se ha establecido y que no desaparezca aunque no haya actividad volcánica", advierte Blanco.
Para la directora del IGN en Canarias, es la primera vez que se daba una alerta volcánica en todas sus fases y el balance ha sido positivo, pues se han integrado en el Pevolca las instituciones científicas con las administraciones, desde la general del Estado hasta la autonómica, insulares y locales.
FUENTE: abc.es, 10-10-2012, EFE
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