El príncipe Carlos ha lanzado hoy un durísimo ataque contra los escépticos del clima y contra los "lobistas de las corporaciones", a los que ha acusado de estar convirtiendo la Tierra en "un paciente moribundo".
Un día después de tomar la alternativa en el discurso de la Reina en Westminster y de confirmarse que asumirá funciones hasta ahora asignadas a Isabel II, Carlos de Inglaterra ha pasado directamente a la acción en la apertura de una conferencia internacional de científicos sobre el futuro de los bosques en el Palacio de St. James.
El príncipe Carlos se refirió con sorna a los "escépticos confirmados" y a "la asociación internacional de lobistas" y les acusó de haber puesto en una posición muy difícil a los científicos del clima.
"El riesgo de un retraso (en la acción contra el cambio climático) es tan enorme que no podemos esperar hasta que estemos absolutamente seguros que el planeta va a morir", dijo el prínce Carlos, que se refirió a las últimas noticias sobre el aumento de las emisiones de CO2, a punto de rebasar el techo simbólico de 400 partículas por millón, cosiderado por muchos científicos como elumbral de riesgo de una sobrecalentamiento del planeta.
"Si pensamos en el impacto del cambio climático en términos médicos, el debate sería sobre cómo un doctor puede afrontar el problema", dijo el príncipe ante una audiencia de científicos, políticos y empresarios. "Si un doctor ve a un niño con fiebre alta, no puede esperar a que se realicen pruebas y más pruebas. Su deber es actuar con lo que tiene a mano".
Entre los ponentes en la conferencia se encontraba el secretario de Medio Ambiente, el conservador Owen Paterson, que más de una vez ha expresado su simpatía por los escépticos y que prefirió no mencionar si quiera el tema en su discurso.
La intervención del príncipe Carlos, que recientemente ha protagonizado el documental 'Armonía' y la serie de la BBC 'Country life', se produce en un momento crítico en el Reino Unido, cuando está en estudio la retirada del cambio climático dentro del currículum en las escuelas.
Carlos de Inglaterra, que cultiva su propia granja y tiene su propia línea de productos biológicos (Duchy Original), cambió recientemente su postura contraria a los parques eólicos terrestres por su impacto en la campiña inglesa. El príncipe ha impulsado también la conversión del castillo de Windsor a las energías limpias con la instalación de dos turbinas hidráulicas de 40 toneladas de peso en el fondo del río Támesis.
FUENTE: elmundo.es, 9/ 05/ 2013
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