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domingo, 19 de mayo de 2013

QUÉ PODEMOS HACER PARA CUIDAR LA BIODIVERSIDAD DEL PLANETA.

Una guía ofrece una lista de pequeñas y valiosas acciones individuales y colectivas para preservar la salud de la Tierra. Se baja gratuitamente de Internet.




En la paleta de propuestas informativas para proteger la salud del planeta se encuentra 52 gestos para la biodiversidad, un material simple e informativo que da pautas para cuidar la existencia de las personas, las plantas y de los animales que sostienen la trama de la vida. Preparada por el Real Instituto de Ciencias Naturales de Bélgica, contiene sugerencias que ayudan a marcar una diferencia a través de las conductas individuales y grupales.
 
La guía propone una variedad de acciones y un cambio de actitud que se basa en observar la naturaleza. Aconseja reducir la emisión de gases de efecto invernadero consumiendo, en lo posible, alimentos y productos cultivados sin agroquímicos y los provenientes de áreas cercanas; trasladándose en transportes públicos, a pie o en bicicleta. Propone compensar los desajustes ambientales colaborando con las organizaciones que reforestan, forestando o intentando en cada espacio posible la formación de espacios verdes.
Otros consejos son eliminar la cantidad de residuos que se arrojan en la naturaleza. Los que se dejan en las playas, en el mar y en los ríos pueden ser ingeridos por los animales y terminan asfixiándolos. La guía recuerda que hay en zonas acuosas mundiales, islas de desecho, espacios que pueden llegar a medir miles de kilómetros cuadrados y están repletos de botellas, bolsas, recipientes de plástico que lastiman a la fauna que las rodean.

Para cuidar el agua, proponen, aparte de limitar y de controlar el uso, emplear productos para el hogar no contaminantes. Por ejemplo, usar bicarbonato para limpiar las cacerolas y los baños y seleccionar en el mercado aquellos que vienen con sello de ecoamigables, una categoría de productos que en el país aún casi no se ha desarrollado.
El folleto invita a informarse sobre las especies animales que habitan en la zona donde cada persona reside, evitar introducir especies exóticas ya que por la falta de predadores naturales pueden convertirse en plaga como sucedió con los castores en Tierra del Fuego, por dar un ejemplo. También proponen no ingresar plantas exóticas en los ecosistemas.  

En el área cosméticos, siguen enfatizando la compra de productos con menores cantidades de químicos y de embalaje, los no testeados en animales y emplear cremas solares minerales. Otros consejos son: comprar la menor cantidad de prendas posibles que exigen limpieza a seco porque en general los productos que se usan contaminan; adquirir muebles fabricados con maderas certificadas, reciclar todo lo posible.
Cuidando el reino animal 
Durante los viajes, apelan a comprar recuerdos en forma responsable, objetos, accesorios o elementos provenientes de comunidades originarias que trabajan con las consignas del comercio justo, es decir, recibiendo el valor lógico que tiene una pieza o un alimento fresco o elaborado y evitando aquellos productos que están realizados con cueros o hilados de animales en vías de extinción o en peligro de extinguirse. Dicen un no rotundo a la compra de objetos de marfil y de coral, a los realizados con caparazones de tortugas y, por mencionar alguna, con maderas legendarias en peligro como puede se el palisandro de Brasil u otras provenientes de bosques nativos y selvas tropicales donde el manejo de las especies autóctonas aún no está bien controlado.

El folleto habla de ser cauto con la contaminación lumínica en el exterior ya que la luz artificial perturba a muchas especies. Los animales cuya vista está adaptada a ver en la oscuridad, como la lechuza, con luz se llevan por delante obstáculos y predadores; las aves migratorias se desorientan; las luciérnagas no perciben señales luminosas de las hembras por lo cual no pueden aparearse. Una idea es elegir lámparas que no deslumbren para jardines, terrazas, patios y portales, orientándolas hacia el suelo y apagándolas cuando no se está afuera.
Aire fresco
 
Igualmente importante es favorecen la instalación de techos verdes en los edificios y casas, es decir, jardines en las terrazas, incluso quintas, y generar jardines en las paredes de los edificios: retienen buena parte de las aguas pluviales, mejoran la calidad del aire, protegen a los edificios de los cambios bruscos de temperatura (las plantas se eligen en función del tejado). E invitan a conocer los puntos calientes de la biodiversidad, las regiones más ricas en biodiversidad ya que aglutinan aproximadamente el 6% de las especies de plantas, aves, mamíferos, reptiles y anfibios del plantea, también las más amenazadas.

Entre la información que brinda, aclara que en algunos lugares del mundo la agricultura recibe remuneración a cambio de no talar un bosque: el bosque continuará absorbiendo las aguas de escorrentía, captando CO2 y protegiendo animales y plantas.
En la cresta de la ola está la promoción de conductas ecoamigables a través de Internet. Se puede realizar un gesto diario a favor del planeta, calcular la huella ecológica de diferentes lugares y la hídrica, así como compartir experiencias en protección de biodiversidad a través de blogs, sitios, foros y redes.

La guía 52 gestos para la biodiversidad se puede bajar gratuitamente haciendo click aquí.

FUENTE: POR TERESA MORRESI / PARA CLARÍN BUENA VIDA , 23/ 04/ 2013


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