Greenpeace y WWF han pedido al Gobierno que apoye la reforma del sistema europeo de comercio de emisiones (ETS, según siglas en inglés), tras conocerse la noticia de que la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera terrestre ha alcanzado las 400 ppm (partes por millón), lo que supone un "récord negativo histórico".
En una carta, dirigida a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, las ONG piden que España pase a formar parte de la lista de países europeos que ya apoyan esta reforma del sistema europeo de comercio de emisiones "para que se aumente el precio del CO2 y refuerce la lucha europea contra el cambio climático".
La petición se enmarca en el debate europeo en torno a la propuesta de la Comisión Europea de reformar el ETS que, debido al exceso de derechos de emisión, "está cerca del colapso, ya que el precio excesivamente bajo del CO2 le impide cumplir el objetivo para el que fue creado: incentivar la inversión en tecnologías bajas en carbono", según explican los ecologistas.
En concreto, la Comisión propone "retirar" parte de los derechos de emisión del mercado, de forma temporal, mientras se ponen en marcha reformas estructurales de mayor calado. Varios ministros de Energía y Medio Ambiente europeos ya se han manifestado a favor de la reforma pero hasta ahora España no ha tomado ninguna posición oficial.
"Si la propuesta de la Comisión Europea no sale adelante corremos el riesgo de que la UE quede atrapada en un sistema energético obsoleto, basado en la dependencia de los combustibles fósiles y no queremos que nuestro país sea cómplice de esta situación", ha declarado la responsable del Programa de Cambio Climático de WWF España, Mar Asunción.
Según un informe conjunto de WWF, Greenpeace, Sandbag y CAN Europe, esta reforma es esencial porque "retirar parte de los derechos de emisión es la única forma de prevenir, a corto plazo, el colapso del ETS y facilitar a la UE el cumplimiento de sus objetivos de política climático-energética" y porque "acelerará las mejoras de eficiencia energética, ayudando a blindar a la industria europea de las fluctuaciones de precios de los combustibles fósiles".
De la misma forma, explican que "la reforma no afectará a los sectores de alta intensidad energética sometidos a la competencia que disponen de derechos gratuitos en el mercado, por lo que las oposiciones a la misma basadas en las repercusiones de la reforma en la competitividad de la UE carecen de fundamento".
Las organizaciones ecologistas han concluido con una referencia a la encuesta publicada recientemente por AXA en la que se pone de manifiesto que el 90 por ciento de los españoles son conscientes de los impactos que ya está causando el cambio climático y piden mayor acción al gobierno español.
La responsable de la campaña Cambio Climático y Energía de Greenpeace, Aida Vila, ha concluido que "el cambio climático ya está causando graves impactos ecológicos, sociales y económicos en España y es inaceptable que el Gobierno, que ahoga recorte a recorte aludiendo al imperativo europeo, sea tan selectivo con las recomendaciones de Bruselas e ignore todas las que se refieren a política climática y energética".
FUENTE: europapress, 16/ 05/ 2013
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