El Sol es la estrella que se encuentra en el centro del sistema solar y que tiene funciones esenciales, si no existiera, la vida en la Tierra como la conocemos no sería posible. Y es que la conexión y las interacciones entre la estrella y nuestro planeta determinan las estaciones, las corrientes oceánicas, el tiempo y el clima, entre otros.
¿Influye en el clima?
El Sol es un garante de la vida, ya que ayuda a mantener nuestro planeta lo suficientemente caliente para la existencia de los seres vivos que lo habitan. Por eso, es evidente que impacta directamente en el clima.
Ahora bien, es la estrella más cercana a nuestro planeta, pero no es el responsable del calentamiento global registrado en el último tiempo.
La responsabilidad del Sol en el calentamiento global
Según la NASA, el calentamiento que se incrementó en el último tiempo es un evento demasiado pronto para vincularlo a cambios en la órbita de la Tierra y demasiado grande para ser causado por la actividad solar.
La agencia espacial estadounidense lleva décadas estudiando a la estrella del sistema solar y, según indica, existen dos pruebas que refutan la creencia de que el Sol es causante del calentamiento global.
Por un lado, señala el organismo, desde 1978 se rastreó la cantidad de energía solar que llega a la parte superior de la atmósfera y los científicos lograron determinar que no hubo una tendencia al alza en la cantidad de energía solar que llega al planeta.
“Una segunda prueba irrefutable es que si el Sol fuera responsable del calentamiento global, esperaríamos ver un aumento de temperaturas en todas las capas de la atmósfera, desde la superficie hasta la atmósfera superior (estratosfera). Pero, en realidad, lo que se observa es un calentamiento en la superficie y un enfriamiento en la estratosfera. Esto es consistente con que este fenómeno se debe a una acumulación de gases que atrapan el calor cerca de la superficie de la Tierra”, explica la NASA.
Por su parte, el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas señala que existe un amplio consenso científico respecto de que las variaciones a largo y corto plazo de la actividad solar solo desempeñan un papel muy pequeño en el clima de la Tierra.
De hecho, el calentamiento provocado por el aumento de los gases de efecto invernadero producidos por las personas es mucho mayor que los efectos debidos a las variaciones recientes de la actividad solar.
Además, los satélites observaron los niveles de producción solar durante más de 40 años y detectaron que estos variaron en menos de un 0.1% durante ese periodo. En cambio, desde 1750, el calentamiento provocado por los gases de efecto invernadero procedentes de la combustión de combustibles fósiles es más de 270 veces superior al ligero aumento de las temperaturas procedente del propio Sol en ese mismo intervalo de tiempo.
Fuente: Canal 26
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