A medida que se acerca la COP21 de París, son más las empresas en el mundo que se atreven a dar un paso para mostrar que pueden contribuir a reducir las emisiones de gas de efecto invernadero.
Esta vez ha sido General Mills, sí la gigante multinacional que ocupa el sexto lugar en el mundo a nivel de la industria de alimentación, con más de 150 años de existencia, la cual ha tomado la decisión de comprometer la reducción de un 28% de sus emisiones en toda su cadena de valor en los próximos 10 años.
El presidente y Director Ejecutivo de General Mills, Ken Powell, anunció que en los próximos 150 años, la empresa quiere contribuir a proteger y conservar los recursos naturales, dado que su negocio depende de hacerlo.
Si bien no es la primera vez que la empresa da un paso hacia adelante en esta tarea porque en 2005 redujo el 13% de sus emisiones en sus operaciones usando de forma más eficiente la energía, lo cierto es que unos dos tercios de las emisiones de la compañía se realizan fuera de sus operaciones controladas directamente. Por ello, no podían comprometerse solos sin comprometer a la cadena de valor. Esto significa que se empezaron a preocupar de estimular a que sus productores, proveedores y clientes hagan un esfuerzo para trabajar en esa meta a nivel del campo, los ingredientes y los empaques que usan.
En 2013, tomaron la sartén por el mango y decidieron asegurar que al menos el 50% de los ingredientes / productos / insumos más usados (un total de 10 en total) tuvieran fuentes de aprovisionamiento sostenible. Para ello, se ensuciaron los zapatos y empezaron a trabajar con los proveedores y agricultores para fortalecer sus buenas prácticas agrícolas; y, de esa manera, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la gestión del agua y la calidad del suelo.
Pero todos estos esfuerzos implican recursos que se deben canalizar hacia las operaciones que no todas las empresas están dispuestas a facilitar. En este caso, General Mills señala que se trata de una inversión de USD 100 millones en mejorar la eficiencia en el uso de energía o un mayor uso de energías limpias, la asistencia técnica para que sus productos y envases reduzcan su huella de carbono y toda la cadena trabaje por introducir buenas prácticas agrícolas y de producción que lo permitan.
Quizá el mensaje más importante de esta empresa es que todos tenemos un rol que cumplir para enfrentar los desafíos del cambio climático y que es bueno que las empresas tengan una visión del bosque (involucrar a agricultores, proveedores y clientes de su negocio) y no solo del árbol (operaciones directas).
Ojalá nuevas empresas se animen con la tarea.
FUENTE: Proexpansión, 2 / set / 2015
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