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miércoles, 14 de junio de 2017

LA FAO ASEGURA QUE CUESTA MUCHO DIMENSIONAR EL CAMBIO CLIMÁTICO


El subdirector general y representante regional para América Latina y el Caribe de la FAO, Julio Berdegué, consideró que "cuesta mucho dimensionar" el cambio climático y valoró al Acuerdo de París como un espacio de desarrollo económico.

"Vivir en un mundo con cambio climático implica un cambio muy radical de la forma de vivir, de producir, consumir, de relacionarnos entre pueblos y países. Estamos hablando de un cambio que considero nos cuesta mucho dimensionar, el significado y la escala de lo que estamos hablando", dijo Berdegué a Notimex.
Indicó que el cambio climático es equivalente al impacto que tuvo en la raza humana la práctica de la agricultura, "o el antes y el después de descubrir que se puede controlar el fuego. Esto es otro mundo en el que vamos a vivir nosotros, pero sobre todo nuestros hijos y nietos".
El funcionario de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), quien asumió su puesto en mayo pasado, enfatizó que "lamentablemente hemos hecho poco (para mitigar los efectos del fenómeno) y lo hemos hecho tarde".
"Necesitamos cambiar radicalmente la forma en la cual producimos nuestros alimentos. Por ejemplo, tenemos que reducir enormemente el uso del agua, tenemos que empezar a pensar cómo hacemos agricultura con una fracción de agua", planteó Berdegué.
Precisó que "estamos usando el 70 por ciento del agua fresca para producir alimentos, lo cual no es sostenible", a lo cual se suma que la agricultura "es un gran contribuyente de gases invernaderos", razón por la cual se debe trabajar para reducir esas emisiones.
"Aquí hay una transformación tecnológica, de innovación, de una profundidad y una radicalidad que cuesta dimensionar, pero también es un espacio de gigantescas oportunidades de desarrollo económico", comentó.
Respecto al reciente anuncio de Estados Unidos de que dejará el Acuerdo de París, Berdegué recordó los comentarios de varios países respecto a que el presidente Donald Trump cometió "un doble error" con esa decisión.
"Un error consiste en que Estados Unidos (con su salida del Acuerdo de París) agrava un problema, porque es un jugador demasiado importante, pero en segundo lugar es un espacio de desarrollo económico del cual ese país se está saliendo", comentó.
Enfatizó que "las nuevas tecnologías, las nuevas formas de hacer las cosas, también son espacios de nuevas oportunidades de desarrollo económico, de empleo".
"La bío-economía, la forma de producir alimentos más limpios, con menos huella de carbono, los países que hagan la tarea tendrán un nuevo mundo de oportunidades, de liderazgo, de nuevos mercados", agregó.
Añadió que "quienes hagan la tarea tendrán un nuevo sello de competitividad. Quienes hagan una nueva agricultura, quienes se concienticen de que vivimos en un mundo con cambio climático tendrán más oportunidades".
Advirtió sobre los impactos que tiene el cambio climático en la población rural, "con sequías que destruyen los procesos de empleo, los mercados laborales, hemos visto en Colombia aludes con cientos de muertos, hay muchas zonas frágiles en América Latina".
 
Berdegué acotó que "el tema es cómo mitigamos y nos adaptamos a los efectos del cambio climático. La FAO es una de las agencias que ha sido acreditada para formular y presentar proyectos de la mano de los países para el Fondo Verde del Clima, que es el gran instrumento financiero del Acuerdo de París".
Adelantó que el organismo de Naciones Unidas ya está trabajando varios proyectos con países latinoamericanos, entre ellos uno en Paraguay que se debería presentar en el Fondo Verde del Clima dentro de los próximos meses.
En materia de pobreza en la región, el funcionario comentó que "en América Latina, en los últimos años, hemos reducido la pobreza rural fenomenalmente, hemos reducido el hambre y la desnutrición fuertemente, millones de campesinos y agricultores familiares están participando en los mercados y están produciendo seguridad alimentaria".
 
Sin embargo, reconoció que "esa transformación tiene algunas manchas muy grandes, no pequeños detalles. Una es que muchísima gente ha quedado excluida del progreso y la mayor prosperidad por razones de nuestra desigualdad".
"Se trata de un progreso muy desigualmente distribuido en sus beneficios y ahí tenemos un serio problema. Hoy tenemos una población rural con mucho más acceso a la educación que la que sus padres nunca soñaron, con más acceso a la salud, con telefonía, con electricidad, con mejores caminos", precisó.
No obstante, agregó, "cuando se compara con el progreso en las zonas urbanas se constata que la brecha (con los sectores rurales) aumentó. Hoy tenemos una población rural con nueve, 10, 11 años de escolaridad, pero con una calidad patética".
"Ha sido una transformación rural muy fuerte, en muchos sentidos muy positiva, pero también muy excluyente, de amplios segmentos de la población. A los indígenas, a los pueblos originarios les ha ido mal en esta repartición del mayor bienestar, a las mujeres y jóvenes rurales también les ha ido mal", detalló.
Precisó que "el tipo de modelo de desarrollo ha sido poco generador de oportunidades para los jóvenes. El desafío enorme es cómo mantenemos este proceso de transformación rural, pero haciéndolo más incluyente, ese es el gran tema, y eso se liga con el tema general de la lucha contra la desigualdad en nuestra región".
 
FUENTE: terra , 14 / junio / 2017 

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